Por Damián "Puma" Gaspari

“La cultura es la sonrisa que brilla en todos lados.

En un libro, en un niño, en un cine o en un teatro…”

(La cultura es la sonrisa – León Gieco)

La Plata, desde su fundación en 1882 se destaca por contar con un gran desarrollo artístico y creativo. La oferta cultural es su caballito de batalla, gracias a los numerosos museos, centros culturales y teatros que pueden hallarse en los distintos rincones de la ciudad.

Soñada, planeada y diseñada. Podemos afirmar que no existiría sin cultura y la cultura, en gran parte, no sería lo mismo sin la ciudad de La Plata. Ciudad inmigrante y universitaria por excelencia. De allí el cúmulo de diferentes culturas que la fueron nutriendo hasta formar lo que es hoy: un espacio emblemático del arte y el conocimiento.

En sus inicios esencialmente habitada por inmigrantes, que llegaron de Europa buscando “nuevos horizontes”. Fue fundamental el progreso de la ciudad con gente que llegaba con ideas y ganas renovadas para conformar una urbe en pleno crecimiento. De ésta manera, españoles, italianos, en su mayoría que ya traían otras “formaciones” culturales comenzaron a nutrir a los platenses con su música, cuentos, poesías, y costumbres que traían de una civilización mucho más desarrollada como la europea.

Los primeros centros culturales funcionaron en lugares dónde se juntaban las colectividades que llegaban de otros países. Eran Sociedades.  De ésta manera encontraban un sitio común para desarrollar sus costumbres. Muchos de ellos ubicados en la ciudad de Berisso pero con los años fueron incorporándose y formando parte de La Plata.

El primer centro cultural en importancia fue el Pasaje Dardo Rocha, creado en 1883 como la vieja estación de trenes. Dejó esa función 20 años después, y recién en el año 1926 fue remodelado y declarado como “Centro Cultural”. La Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas de Buenos Aires tuvo a su cargo exposiciones industriales, galerías artísticas, obras del Museo Provincial de las Bellas Artes, conciertos, festivales y hasta partidas simultáneas de ajedrez. Todas las actividades se hacían en ese espacio. El edificio adoptaría el nombre de «Pasaje Monteverde» en honor al gobernador, hasta 1930 cuando acoge el nombre del fundador y pasa a denominarse “Pasaje Dardo Rocha”

Otros centros importantes conforman la cartilla cultural platense. La mayoría de ellos funcionando en edificios históricos y patrimoniales de la ciudad construidos a principios del siglo XX: Como el Circuito Cultural Meridiano V, con el Centro Cultural de la Estación Provincial y el Viejo Almacén Obrero con su conjunto de bares, bibliotecas, talleres y ferias que conforman “el alma” cultural de la región.

Infinidad de Teatros en construcciones históricas y renovadas (Teatro Coliseo Podestá, Teatro Argentino, Teatro Metro, Teatro Bar, Sala Òpera, Teatro Dynamo, Sala 420 y muchos más con carteleras cada día más renovadas. Museos como el de Ciencias Naturales que abren sus puertas para conocer el pasado, vivir el presente y pensar en el futuro. Porque en resumen, ése fue el origen de la ciudad. Una ciudad creada para que las generaciones futuras vivan y se cultiven. Una ciudad moderna que cuya cultura se encuentra en cada rincón con sus habitantes, sus costumbres, su música, sus rutinas…porque como dice la canción de León Gieco “La cultura es la sonrisa”…”se va la vida mas la cultura se queda aquí