Por Fernando "El Dr." Garay

Eran tres hermanos Wilson. Carl, Dennis y Brian. Un primo llamado Mike Love y un amigo de la escuela (Al Jardine). Estamos en Estados Unidos, en la Costa Oeste. En una ciudad llamada Hawthorne muy cerca de las playas Redondo y Hermosa. Comienza la década del sesenta y los muchachos están muy influenciados por el rock and roll de Chuck Berry y Little Richard. Pero ojo con este dato también con el sonido tipo muro del productor Phil Spector, de un grupo vocal masculino The Four Freshmen y de...¡Bach! Esos ingredientes inusuales se mezclaban en la cabecita inquieta de Brian. Brian era el cerebro del grupo, el crack, el distinto. Y eso que sólo tenía el 6% de audición en su oído derecho.

Después de varios discos exitosos desde 1962 a 1965 un buen día Brian dijo basta. Se hartó, se largó a llorar, se quemó. No quiso viajar más por todo USA para: volar, llegar al hotel, tocar, y seguir componiendo los temas sobre: el surf, las chicas en bikini , los autos. La fórmula exitosa. La máquina de hacer chorizos. Ya estaba podrido. Había compuesto: “Surfin´”, “Surfin´Safari”, “Surfin´ USA”, “Surfer Girl”. ¡Y todo sin saber lo que era una tabla de surf! ¡Ja!

Hicieron un trato. La banda contrataría un suplente para seguir cumpliendo con el contrato de conciertos y Brian se quedaría en su casa componiendo el nuevo disco. Estamos en 1965. En diciembre salió “Rubber Soul” de los Beatles y Brian dijo: - ¡esa es exactamente la onda que quiero darle al disco! Realmente me siento desafiado a hacer un álbum mejor.

Para empezar las letras no iban a ser tan alegres. Repasemos un par: “Caroline, No” por ejemplo. Dice: “¿Qué se hizo de tus largos cabellos? ¿Dónde está la chica que yo conocí? ¿Cómo pudiste perder aquel brillo de alegría? Oh, Caroline No! ¿Quién se robó aquella mirada? Recuerdo que solías decirme que no ibas a cambiar...pero no fue así...”

O las bellísimas “God only Knows” (Solo Dios sabe) en la que  se pregunta qué pasaría si su chica no lo amase más. O en “Wouldn´t it be nice” (No sería genial) “...no sería genial si pudiéramos despertar en la mañana cuando el día es nuevo, y después de haber pasado el día juntos, abrazarnos el uno al otro durante toda la noche?”

Eran letras mucho más maduras e introspectivas. Brian buceaba en sus sentimientos y en la angustia que supone el fin de la inocencia adolescente.

Eso por el lado de las letras, por el lado de la música dejaba atrás la estructura acostumbrada de dos versos, estribillo, verso y final. Ahora las craneaba a partir de una sucesión de movimientos. Sumados a una exuberancia instrumental. Muchísimos colores musicales.

Cuándo los demás integrantes volvieron de la gira, Brian les mostró los temas nuevos. Mike Love le preguntó: - Quién va a escuchar ésta mierda? ¿Los oídos de un perro? Brian no se inmutó, es más, le pareció una buena idea. Tenía el nombre del disco: ¡Sonidos de mascotas! Finalmente, y luego de pelear con el sello Capitol, al que tampoco les gustó el sonido, el disco salió en mayo de 1966. Al que si le encantó fue a un tal Paul McCartney. Quien dijo: - “Pet Sounds” fue realmente impresionante. Me encanta ese álbum. Le he comprado a cada uno de mis hijos una copia. Creo que nadie puede tener una educación musical si no ha escuchado ese álbum. Me gusta la orquesta, los arreglos y tal vez va a parecer exagerado si digo que ese disco es el clásico del siglo, pero para mí es sin duda un disco clásico que es inmejorable en muchos sentidos. Creo que fue realmente la gran influencia que me hizo grabar “Sgt.Peppers”.”

Ahh me olvidaba de la tapa. ¡¡Los cinco Beach Boys dándole de comer a ...unas cabras!! ¡ja! ¡Buenísimo!

 

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