Por Damián "Puma" Gaspari

En 1987, después de cinco años alejado de la escena musical, el ex Beatle George Harrison lanzó “Cloud Nine”, su noveno álbum de estudio, que había sido producido por Jeff Lynne, vocalista y compositor de la Electric Light Orchestra.

Por exigencias de su sello discográfico, Warner Music, Harrison tenía que hacer una canción para la cara B de su última composición “This is love”.  Un día que se encontraba cenando con el mismo Jeff Lynne y el mítico cantante norteamericano Roy Orbison, les pidió ayuda para cumplir con este compromiso. La idea era que Roy cantara una estrofa en su nueva canción.

Después de dar su consentimiento, los tres músicos pasaron por la casa del cantante y guitarrista Tom Petty, ya que allí George había dejado sus guitarras. Una vez ahí, decidieron pedirle al mismísimo Bob Dylan su mini estudio casero, ubicado en Malibú, California, para empezar a grabar. Sin querer ni darse cuenta se estaba gestando algo importante…

El trío inicial, al final, con las incorporaciones de Dylan y Petty, terminó convirtiéndose en un quinteto, un verdadero supergrupo único en la historia del rock integrado por algunos de los cantantes más legendarios de los años 60’, 70’ y 80′.

Como Dylan no poseía un buen grabador multipistas, alquilaron un barato Ampex de 24 pistas para las sesiones. A la mañana siguiente, los cinco jinetes del rock estaban en casa de Bob, en Malibú. Mientras que George y Jeff empezaron a trabajar en la canción, el dueño de casa se dedicó a preparar una barbacoa para todos en su jardín. El estudio propiamente dicho estaba en el garaje, y en la puerta había un adhesivo con la frase “Handle with care” (Trátese con cuidado). Le gustó a George, y así ya tenía el título de la canción.

Cuando la grabación estaba casi terminada, con las guitarras de Jeff y Tom, más la voz de Roy Orbison, Dylan llevó unas bebidas y a George se le ocurrió decir: “¿Nos puede mejorar la letra de la canción este famoso letrista?” Bob Dylan se rió y lo hizo, con algunos apuntes en el texto , algo totalmente nuevo para su estilo. Incluso se “enrolló” y grabó un “fade” de sólo de armónica al final de la canción. George les pidió todavía más y los convenció para que cantaran como coro el “puente” del tema. Al día siguiente, Lynne agregó guitarras y un bajo. La mezcla se hizo casi sola.

Locura en Warner Music

Unas horas después, George llamó a Mo Ostin, el presidente de Warner Music, para comunicarle que ya tenía su tema para el lado B. Cuando le puso la canción a Ostin al día siguiente, el presidente se quedó asombrado. Aquello no podía ser una cara B. Era un éxito seguro, un hit. El productor Lenny Waronker, que estaba en la oficina de al lado, no tuvo más remedio que decir que se rendía a la gran calidad del tema. Mo Ostin le sugirió enseguida a George de que convenciera a todos sus amigos para hacer un álbum, todos juntos.

Había algo más que una química maravillosa en aquella grabación y, además, ya tenían el primer single,” Handle with Care”, que era un éxito asegurado. Para la cara B que habían buscado, se decidió aquel día que finalmente, utilizarían “Breath away from heaven”, que era la penúltima canción en “Cloud Nine”.

George cuenta la propuesta

Cuando George le contó a Jeff Lynne las propuestas de Warner, le pareció perfecto y nada sorprendente, se lo esperaba en realidad. El problema es que Roy Orbison y Bob Dylan habían empezado su larga gira y sólo tendrían diez días para grabar. ¿Quién puede componer y grabar un disco en sólo 10 días? Genios de la música…

Todos estaban de acuerdo, Bob Dylan fue el más reacio a esa especie de supergrupo, pero finalmente aceptó, y lo tomó como si fuera una aventura de amigos. El álbum incluso les saldría barato, porque Dave Stewart, el líder de Eurythmics, acababa de instalarse un pequeño estudio, en la cocina de su casa en Bel- Air. Comenzaron a finales del mes de mayo de 1988.

Decidieron componer y grabar una canción por día. Tenían solo 10 días hasta que Bob Dylan salga de gira, como ya habíamos contado. Se juntaban en la cocina en cinco sillas con sus guitarras y micrófonos para componer juntos. Probaban cantando todos cada tema para ver a quien le quedaba mejor. Sin imaginar lograron formar un grupo con el mejor cantante de la época (Roy Orbison) y el mejor letrista (Bob Dylan) de la historia. Una superbanda. Imposible de juntar hoy. Además, eran muy buenos amigos, pero claro todos talentosos. Era la banda de George, nada hubiera sucedido sin Harrison. Fue su banda soñada…una verdadera selección dentro de la música.

 

Comenzaron con cada tema, durante el día lo componían y por la noche se grababa, ¡una locura! Por ejemplo, Dylan compuso “Dirty World”, “Congratulations” y “Tweeter and the Monkey Man”, cuando no existían los” tweeter”, aunque Dylan se refería en el tema a una persona, un ladrón, un rufián . Todos se esforzaron para que Roy Orbison cantara con esa maravillosa voz de barítono, “Not Alone Anymore” , una brillante canción de Jeff y George, al igual que “The End of the Line”, que era la más coral de todas y con la que despedían el disco.

“Rattled” era de Jeff y “Last Night” era de Tom, casi al estilo de un “reggae”. Todos grababan coros juntos y era una maravillosa forma de superarse unos a otros. Una hermandad de genios, guíanos por un líder como George Harrison, considerado por muchos como el más talentoso de The Beatles. Lograron un disco con una calidad musical inobjetable y envidiable.

El nombre de la banda: Los hijos de Wilbury

Con respecto al curioso nombre de “The Traveling Wilburys” (“Los viajeros Wilburys”), se cuenta que “Wilbury” había sido un extraño término utilizado por primera vez por George Harrison y Jeff Lynne durante la grabación de “Cloud Nine” cuando se referían a los errores de grabación creados por algún equipo que no funcionaba. En ese momento Harrison solía comentar en tono de broma: “We’ll bury ‘em in the mix”, (“Los enterraremos en la mezcla”).

 

A partir de entonces, utilizaban el término “wilbury” cada vez que se cometía un pequeño error en la grabación, y fue retomado de nuevo cuando el grupo estaba unido. En un principio, Harrison había sugerido el nombre de “The Trembling Wilburys”, pero al final Lynne sugirió “The Traveling Wilburys”, y el resto del grupo estuvo de acuerdo.

La broma sobre el término “Wilbury” se amplió todavía más cuando los miembros del grupo fueron acreditados con seudónimos, fingiendo ser hermanos e hijos de un tal Charles Truscott Wilbury.

Al agente de prensa de George, Derek Taylor, se le ocurrió una historia, con un padre mujeriego, libertino y liberal llamado Charles. Así fue como Bob Dylan pasó a llamarse Lucky Wilbury, George Harrison era Nelson Wilbury, Roy Orbison fue Lefty Wilbury, Tom Petty era Charly T. Junior y Jeff Lynne, Otis Wilbury.

Los “hermanos” en la causa, resolvieron que el álbum se llamaría simplemente Vol 1, porque pretendían hacer varios. El disco apareció ante la gran sorpresa general, el 18 de octubre de 1988. Fue un éxito inmediato. En la actualidad, lleva más de cinco millones de copias vendidas

Fallecimiento de Roy Orbison. ¿Se terminaron los Wilburys?

El 6 de diciembre, apenas dos meses después de la publicación de “The Traveling Wilburys Vol. 1”, Roy Orbison, el autor e intérprete de canciones clásicas como “Pretty Woman” y “Only the lonely”, falleció de un ataque cardíaco. Su muerte se había iniciado con fuertes dolores en la espalda, durante las últimas semanas y ni siquiera fue al médico. Murió en casa de su madre, en Tennesse.

Debió ser el fin para los hermanos Wilburys, Pero George decidió seguir adelante y convenció a todos los demás. Volvieron a reunirse y grabar un segundo disco, otra vez en casa de Dave Stewart, desde el 27 de abril hasta el 15 de mayo de 1990. Para que no todo fuera igual, se cambiaron incluso los nombres. George pasó a llamarse Speke. Dylan fue Boo. A Tom, le llamaban Muddy y Clayton era Jeff Lynne.

No aceptaron un quinto miembro para sustituir a Roy Orbison, aunque el hijo de George, Dhani, participó como “Ayrton Wilbury”, como homenaje a Ayrton Senna, el piloto de Fórmula 1, gran amigo de la familia Harrison. George decidió llamar al disco Vol. 3, para equivocar a los “ladrones y piratas” del momento.

Como curiosidad, el primer tema que grabaron fue una versión de “Nobody´s Child”, un tema que los Beatles habían grabado en Hamburgo con Tony Sheridan. George Harrison siempre estuvo seguro de que si Roy hubiese seguido vivo, los Traveling Wilburys habrían realizado giras por todo el mundo. George decía que de haber salido de gira, él hubiera cantado “Blowin in the Wind” en los escenarios y Dylan, desde luego, “Something”.

En su homenaje, el videoclip de la canción “End of the Line”, incluyó la guitarra eléctrica de Orbison balanceándose en una mecedora mientras el resto de los Traveling Wilburys tocaban la canción.

En junio de 2007, los dos discos de los Traveling Wilburys -que estuvieron fuera de catálogo durante muchos años-, serían reeditados como “The Traveling Wilburys Collection”, una caja recopilatoria de dos CD con algunos temas adicionales y un DVD que incluía un documental de veinticuatro minutos de duración y varios videos musicales. Este disco recopilatorio debutaría en el primer puesto de las listas británica y australiana, mientras que a nivel mundial vendería medio millón de copias sólo en su primera semana.

En la actualidad, los Traveling Wilburys son considerados un proyecto único e irrepetible en la historia del rock, porque, pese a que parecía imposible juntar a cinco músicos tan famosos y con una personalidad tan propia, el resultado fue natural y antológico.

Hoy, a más de 30 años de su lanzamiento, escuchar “Handle with care” sigue provocando lo mismo que a fines de la década del ´80, con la voz de George Harrison primero y la de Roy Orbison después, secundadas posteriormente por los coros de Bob Dylan, Jeff Lynne y Tom Petty. Esta particular banda de superestrellas, en la que todos componían, producían y eran intérpretes, fue otro de los legados musicales irrepetibles que nos dejó la historia de la música...

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