Por Santiago Patiño

Con una de las tapas más aclamadas y recreadas de todos los tiempos, el medley más famoso de la historia, y según la crítica, el mejor álbum de la banda tanto en aspecto técnico como creativo, Abbey Road, de The Beatles, cumple 50 años.

Luego de realizar todas las grabaciones del último disco de los británicos, Let it Be, John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr se reunieron por última vez en los “Abbey Road Studios” junto al productor George Martin para grabar lo que sería su último álbum en un estudio.

El cuarteto de Liverpool apenas funcionaba como banda, ya que sus relaciones estaban gastadas y al borde de la ruptura, pero ambos estaban de acuerdo en dejar una última “reliquia” para su historia. Pues claro, todo con la participación de un joven de 21 años que recién comenzaba a dar sus primeros pasos. Él era Alan Parsons, uno de los ingenieros asistentes durante las sesiones de grabación, y más tarde productor de “The Dark Side of the Moon de Pink Floyd” y cantante de “The Alan Parsons Project”.

 

 

Sus singles

“Something” fue el primer sencillo número uno compuesto por el “beatle callado”, Harrison, que a su vez creó “Heres comes the sun”, con el uso de un armonio para el álbum, un instrumento de viento con teclado, muy similar al órgano.

Ringo, por su parte, aportó “Octopus´s Garden”, un single que compuso mientras se encontraba en Cerdeña, Italia, y al cual le sumó efectos de sonidos acuáticos.

Abbey Road cuenta también con la inclusión de instrumentos poco comunes en las producciones de los Beatles: el armonio como se nombró anteriormente, una tumbadora, el sintetizador moog (también utilizado en “Because”), el órgano Hammond (tocado por Billy Preston) en “I want you”, el yunque, si, la herramienta, en nada más y nada menos que “Maxwell´s Silver Hammer”, los bongós en “Sun King”, el cencerro en “Polythene Pam”, y los timbales en “Carry that weight”.

Este álbum será recordado de por vida por su medley de 16 minutos, aunque algunas de esas canciones habían sido escritas y grabadas como demos para “Let it Be” y “The White Álbum”. “You never give me your money”, la cual habla de los problemas financieros que los Beatles atravesaban con su corporación Apple, es la encargada de dar comienzo a este medley. “Sun King”, “Mean and Mr Mustard” (escrita durante un viaje a la India), y “Polythene Pam” son quienes toman el segundo, tercer y cuarto lugar. Y ahora la parte más famosa y tocada en vivo: “She Came in Through the Bathroom Window” (debido a una fan que logró entrar por la ventana del baño a la casa de McCartney), “Golden Slumbers” (basada en un poema de Thomas Dekker) y “Carry that weight”, dan lugar al single con uno de los solos de batería más famosos no solo de los Beatles, sino de la historia de la música, “The end”.

Otra gran curiosidad es el single “Hey Majesty”, de 26 segundos, era originalmente parte del medley, ya que se situaría entre “Mean Mr. Mustard” y “Polythene Pam”, pero como a McCartney no le convenció esta idea, no fue tenido en cuenta para el “mix”. Fue así que, como el ingeniero de grabación recibió instrucciones de que no desperdiciara material creado por los Beatles, este posicionó a “Hey Majesty” en el final del medley y sin aparecer en los créditos originales del álbum, convirtiéndose así en la primera “pista oculta” de la historia.

Según la editorial de Morris Levy, el primer corte del disco, “Come together”, cuenta con una línea inicial muy similar a “You Can Not Catch Me”, de Chuck Berry. Lennon, para salvarse de una demanda, grabó tres canciones para propiedad de la editorial, aunque más tarde fueron covers de John para su disco “Rock n´roll”.

La portada

Ya es costumbre que tanto los fans y no fans de los Beatles recreen esta emblemática foto en la senda peatonal de la esquina “Pennsylvania Avenue” y “Abbey Road”. La foto para el álbum fue tomada el 8 de agosto de 1959, alrededor de las 11 y media de la mañana por Ian Macmillan, el cual tuvo solo 10 minutos para capturar el momento, ya que la policía había cortado detenido el tráfico. La elegida para ser la portada del álbum fue la quinta de las 6 tomas que Macmillan realizó.

 

 

Lo curioso es pensar ¿Por qué la tapa debía ser una foto de los integrantes de la banda mientras cruzan la calle? Originalmente el título iba a ser “Everest”, en forma de chiste, ya que esa era la marca de cigarrillos que Geoff Emerick, uno de los ingenieros de grabación, fumaba durante las sesiones. Esto llevó a la idea de tomar la foto para la portada en el Monte Everest, aunque ningún Beatle se mostró ansioso por viajar a Nepal. Pero cuando ambos integrantes de las sesiones se preguntaron ¿Dónde tomaremos la foto?, allí Paul, sorpresivamente dijo: “En la calle del frente”.

Así habría sido la idea para esta mítica portada. En esta se observa a un Volkswagen Beetle, modelo 1964, con una patente que fue robada en el momento de la foto por los fans del cuarteto de Liverpool y los presentes en ese momento. También se puede ver a un hombre en la vereda que presta atención a como los Beatles cruzan la calle, pero que hasta el día de hoy se desconoce su identidad. Este cruce peatonal recibió en diciembre de 2010, el grado Monumento Clasificado por su “importancia cultural e histórica”

Medio siglo pasó desde que los Beatles, con la idea de la disolución de la banda en la mente, se reunieron por última vez en este estudio para grabar y dejar un enorme legado, nuevas historias, innovaciones en la música y los sonidos y hasta mensajes de reflexión en sus letras.

Abbey Road fue y será un clásico de generación tras generación, de padres a hijos y porque no nietos. No cabe duda de que los niños de las próximas décadas también querrán recrear la portada de este disco. Tal vez alguno lo haga descalzo, como Paul hizo hace 50 años.

Link Spotify