22 de mayo de 2022
Músico, compositor, conductor de radio. Hace años se metió de lleno en los medios y en la radio. Hace “Clínica Chango” todas las semanas por Futurock. Como es habitual sin pelos en la lengua y hablando de todo. Entra en La Cueva: Andy Chango.
¿Cómo estás viviendo esta post pandemia?
De post bastante poco. Tengo varios amigos internados, y ahora se suspendió el rodaje de una serie dónde iba a participar porque el protagonista está con el virus. Creo que es una constante el COVID, tenemos un poco de respiro, pero porque nosotros abrimos todo, pero empezó en el 2020 y no terminó.
Uno se relaja, pero sigue…
Es alucinante, estábamos todos muertos de miedo, pero no debe ser relevante eso de morirse o no porque la gente prefiere salir de joda y seguir viviendo. Se tomó como una gravedad menor a un asunto que sigue siendo exactamente igual. Lo que cambió es que nos hartamos de estar encerrados. No se solucionó ningún problema y vivimos como si se hubiera acabado.
¿La parte más dura del confinamiento la viviste en España?
Sí, fue dura porque no se sabía nada. Supongo que fui el primer argentino en contagiarme, ni siquiera en Argentina había COVID. No teníamos ni idea, tampoco es que ahora se sabe mucho más, pero tenía más miedo en esa época. A mi me pasó suave el virus, pero hay gente que la pasó jodida y hoy no está.
¿Hiciste cosas durante la cuarentena que al tener más tiempo no habías hecho nunca?
Paradójicamente cuando la humanidad descubre las bondades de quedarse en casa todo el día, cosa que yo venía haciendo desde hace 1970, para mi fue como una provocación y decidí ponerme a trabajar. Entonces me vine a Argentina y me puse a laburar como un loco. Y dije si ahora se avivaron todos los giles y se van a quedar en casa, alguien tiene que salir a poner el pecho. Así que a mi la cuarentena me pegó exactamente al revés, me sacó de 50 años de cama y me puso las pilas (risas).
¿Ves una explosión cultural con salas y teatros llenos? ¿Es un renacer para los artistas?
Me llamó la atención, creí que se venía una lenta recuperación de la actividad cultural y lo que vino es una bomba de conciertos, bandas de afuera, festivales. La gente no tiene un mango, pero el Lolapalooza vende entradas a 60 mil pesos y se agotan. El resto de las salas están llenas y hay gente que no tiene para comer. Yo sé que la gente tiene ganas de salir, pero es solo una parcela de los argentinos.
Siempre hubo una movida en el under y los grandes shows llenaron…
Estoy de acuerdo. Siempre hubo crisis y los grandes shows siempre llenaron. Pasa eso porque en Argentina de los millones que somos hay un 10% que está bien de guita y le gusta el rock. Después está la gente que hace verdaderamente el esfuerzo, eso me da pena, un chabón que gana 60 lucas y se las gasta en ir a ver un festival que viene de afuera, eso me toca las pelotas, no me copa. Me parece que es injusto, una entrada a un concierto tiene que ser una proporción muy menor de tu sueldo. Es todo raro, pero hay un boom.
Y abrió también el “Café Berlín” en Buenos Aires…
Yo lo veo con complacencia porque los chicos de España decidieron abrir acá, hicieron una obra impresionante en plena pandemia. Y cuando vi los artistas que traían y que había shows todos los días, me dije, la verdad es que la gente está con muchas ganas de salir a ver música. Hay una búsqueda de cultura que es muy positiva.
Y en el Café Berlín también siguen muy de cerca la calidad artística de los músicos…
Eso es lo que yo les dije también. En España fui mucho y ahí conocí grandes músicos, me hice muy amigo de sus dueños, incluso del dueño anterior que era un noruego, pensá que son 30 años ya…Entonces mi misión fue cuidar que se mantenga el espíritu de la calidad musical, después yo no puedo estar ahí todos los días, ya no trabajo en el Café. Pero entienden que no es un bar para ganar guita, y saben cuidar y tratar a los artistas.
Estás en Futurock haciendo “Clínica Chango” … ¿cómo te llevás con un programa propio de radio?
La radio es lo que más me gusta hacer. “Clínica Chango” es lo más importante para mi, a pesar de otros proyectos y cosas que estoy haciendo. Es el formato que me gusta, cada semana elijo un tema, leo e investigo, es como seguir estudiando todo el tiempo. Es como ir al colegio y dar un examen, pero en vez de darlo con profesores y una nota chota, lo hago con mis amigos y la paso bien.
Ya habías hecho radio mucho antes…
Empecé haciendo radio en España en el año 2008, porque cuando se me complicó mi proyecto de ser estrella de rock, tuve que buscar otros oficios para mantener a mi hija. Y en Radio Nacional de España arranqué y nunca dejé de hacer radio. Es lo más fácil también, no hay que poner la cara como en el escenario (risas).
Es el medio más noble dicen…
Tengo que tirar flores para Futurock, porque yo estuve en muchos medios y me echaron por mi forma de ser, a veces por beber, otras por decir cosas. Nunca me censuraron, siempre logré que me echen. Pero hoy tengo una libertad absoluta, que es muy fácil decir, pero muy difícil encontrar. En mi programa puedo decir lo que quiera del Papa, de la policía, de las drogas, puedo decir todo lo que pienso sin hipocresías. Puedo decir lo que quiero, sino no trabajo ni en pedo para nadie.
¿En otros medios tuviste limitaciones para hablar de ciertos temas?
En “Duro de domar” me pusieron tres limitaciones. Me dijeron “Andy podés hacer y decir lo que quieras, pero no te metas con el Papa, con la presidenta y con la selección de fútbol”. Justo me dijeron las tres cosas que estoy más en contra (risas). Pero no porque eran cosas de ese momento, yo estoy en contra de los presidentes en general, de la selección en general y del Papa por supuesto. Y dije, bueno puedo estar sin hablar mal del Papa si me dejan hacer otras cosas. Se puede negociar, lo que no se puede es mentir.
¿No hay que mentir ni caretear es una sociedad muy careta incluso con el tema del consumo de mariguana no?
El tema del porro para mi ya no es una lucha, incluso siempre fui partidario de la legalización de todas las drogas y salir del armario. Salir de la bolsa o salir de la mesa de luz dónde tenés las pastillas para dormir (risas). Siempre fui así, pero no es mi causa principal, quizá es por lo primero que se me conoce, porque me planté con las drogas cuando nadie se animaba. Tal vez fui importante para otros que vinieron después.
¿Te preocupa el tema drogas?
La droga es el último tema que me preocupa, sí las libertades individuales. Como está el tema nuclear, empresarial, el cambio climático, el calentamiento global, las drogas no me preocupan. El mundo se está acabando, y yo no quiero ir a una radio a decir que está todo pum para arriba. La grieta que se da en la política argentina es como estar en el jardín de infantes discutiendo por una galletita cuando se está prendiendo fuego el colegio.
El mundo se está yendo a la mierda…
El mundo se está yendo a la garompa y los argentinos vivimos dándole importancia a cada hijo de puta que te roba, te miente, gobierna… es así y no va a cambiar. Ya lo dijo San Martín cuando le escribía las cartas a Bolivar: “macho acá cagamos no sabés la corrupción que hay” (risas). Y no es que no me importen los problemas argentinos, pero yo veo más allá y pienso lo que le queda a mi hija y a mi nieta probablemente.
La legalización va a llegar algún día a Argentina…pero te importa más lo que pasa en el mundo…
Hay un montón de gente que muere en las guerras o por el hambre, la pobreza. Está lleno de hijos de puta, se está polarizando la riqueza, ahora no hay millonarios, hay solo 20 y después van a ser cinco millones de pobres. En medio de todo eso pensar en legalizar el porro es una boludez. Sí hay presos por cultivar y eso en la radio lo contemplamos, y es el único tema que me interesa hablar del porro, el resto ya tiene a sus defensores múltiples y hasta está aprobado en el Congreso por medio de corrupciones políticas como siempre.
¿Pero porqué nunca se legalizó para vos?
Nunca se legalizó en realidad porque el uso lúdico del consumo no está legalizado, entonces te dicen que si consumís tenés problemas. Yo tengo problemas para dormir y el porro me hace bien, pero todos usamos porro lúdico y no lo decimos porque el gobierno nos hace pasar como enfermos. Medio país consume cocaína, y si vos no querés más muertes ni querés narcotráfico tenés que legalizar. La guerra contra las drogas ya la llevó Estados Unidos y cada vez hay más droga y más muertos.
¿O las convierten y se llaman drogas legales no?
Las drogas legales se llaman Fentanilo, y mata más gente que cualquier otra droga y se hace en laboratorios. Lo saben todos los políticos del mundo y no les interesa. Pasa que el narcotráfico es uno de los negocios más grandes del mundo. El negocio está por delante de la salud.
El mundo se va a la mierda y nosotros estamos esperando el último mundial de Messi…
Yo creo que si les decís a los argentinos… salimos campeones y el mundo en cuatro años se va a la mierda, no les importa nada. El país no piensa en un plazo de tiempo, ahora lo importante es ser campeón y después vemos. Es increíble pero tampoco podés vivir angustiado todo el tiempo. Yo te puedo decir que el mundo se va a la mierda con una sonrisa (risas).
Este mundo va a cambiar entonces…
Es doloroso ver a los pibes que crecen en este mundo porque va a cambiar tal como lo conocemos, con nuestra cultura, ahora todo es virtual, hay polarización de riqueza, va a estar uno con una garrafa de gas mientras otro vaya manejando una nave espacial en el metaverso. El rico va a eliminar al pobre. A no ser que hay un mundo B, dónde me gustaría estar, un mundo simple con guitarra, piano, porro y lo que quede…
Lo más lindo está en lo más simple…
Yo tardé 50 años en darme cuenta para salir a vivir fuera de la ciudad, disfrutar el aire, los árboles, la comida. Es todo tanto más complejo que a lo que nosotros llamamos complejo. Es muy rica la vida natural, pasa que a todos nos gusta salir, tomar y garcharse a todo el mundo, pero no, terminás encerrado solo en una habitación oscura, eso es la noche. Las personas de la noche son clones, son todas iguales.
¿Cómo ves al rock argentino en la actualidad?
El rock no me interesa más. Creo que ya tuvo su momento. Los géneros se agotan y la música avanza. No podemos seguir componiendo la música de Charly García cincuenta años después, y Charly componía la de los Stones y ellos la de los negros que hacen blues. Creo que hoy se deben componer con una computadora 100 millones de canciones pop chotas por día, entonces está todo saturado. Y las bandas nuevas están saturadas, sólo queda repetir la fórmula y cuando se te acaba la fama como a los Ramones, te venís a la Argentina que acá vas a seguir llenando estadios, pero musicalmente no tenés una garcha para dar.
Ahora se vienen las giras despedidas de esas bandas eternas como Ramones, Kiss…
Vienen a morir acá. En Estados Unidos no les dan bola y acá llenan. El de los Ramones se quedó acá porque llenaba Obras. Argentina tiene un fanatismo muy grande con el rock, con la política y con todo.
¿Necesitamos ídolos?
Necesitamos ídolos y destruirlos. Son los dos placeres más grandes que tenemos los argentinos, construir ídolos y cuando caen relamerse. Está bueno si hacés música porque vas a tener un público muy fiel, pero en realidad es un plomo porque no tomás dimensión de las cosas.
Hablando de ídolos… ¿Vas a hacer de Charly García en la serie de Fito Páez?
Ellos ya lo pusieron en la foto, pero yo tengo una cláusula de confidencialidad a la que me atengo muy seriamente. No puedo subir fotos a Instagram ni hablar de esto, pero ellos sí pueden (risas).
¿Proyectos que se vienen este 2022?
Voy a rearmar el dúo con Hernán Jacinto para la segunda parte del año y cuando termina la serie volver a tocar en el Café Berlín. Y tengo más proyectos por el lado de la aventura y lo audiovisual.
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