Músico y actor. De chico descubrió al arte como una forma de vida. Sin dejar de lado a la música encontró en el teatro una nueva forma de comunicar e interactuar con la gente. Con su experiencia y trayectoria llega al Teatro Dynamo de La Plata con la obra “Ni te cuento cuánto”. Entra a La Cueva: Antonio Birabent…
¿Cuando eras chico te acordás cómo quisiste relacionarte con el arte?
Mi faceta artística viene por la herencia de mi padre Moris. En casa siempre había música de alguna forma. Estuvo muy presente eso siempre. Y la actuación comienza cuando tenía 12 o 13 años, ahí comenzó a gustarme. Y quería actuar. Ya cuando viví en España tuve contacto con la actuación y en Argentina lo confirmé.
¿Y de la actuación que veías en ésa época?
Me gustaba mucho ir al cine, tenía mis directores favoritos. Después ya en la secundaria unos compañeros comenzaron a hacer algunos cortos, y me gustó estar ahí con ellos y tener las primeras experiencias como actor. Siempre me gustó mucho la cámara.
En el teatro no tenés esa posibilidad de estar frente a la cámara…
En realidad al teatro lo descubro más tarde. Por suerte lo descubrí porque lo disfruto muchísimo. Pero siempre me gustó estar frente a la cámara.
¿Si no hubieras seguido por este camino que hubieras hecho?
Probé otras cosas y de hecho las sigo probando. De alguna manera están relacionadas. Hago radio, conduje programas de tv, escribo, he puesto mi voz para documentales. Pero entiendo que todo eso en el fondo es una sola cosa. Es una mezcla de sensibilidad y comunicación. Aunque hice otras cosas en el camino como estudiar Ciencias Políticas por ejemplo.
¿Te sentís un privilegiado por hacer lo que realmente te gusta?
En general la vida nos lleva a hacer una sola cosa, pero en el fondo somos más amplios de lo que parece. Es la necesidad que a veces te lleva a hacer una cosa sobre otra. Pero las inquietudes pasan por otros lugares. Hay mucha gente que le gustaría hacer otras cosas, grandes o pequeñas, pero completamos mejor nuestras vidas cuando hacemos lo que nos gusta.
¿Ves que mucha gente no puede hacerlo?
Mucha gente no tiene tiempo para hacerlo. La urgencia económica del día a día, de mantener una familia o la realidad de cada uno, hace que sea un lujo hacer lo que te gusta. Realmente no debería ser así. Hay personas que sí tenemos el tiempo a favor pero tampoco llegábamos a saber realmente cuál es nuestra tarea en la vida.
¿Qué te da el teatro que no te da la tv o el cine?
El teatro está vivo y trabajar frente a la cámara es reproducir una situación muerta. Son disciplinas muy hermanadas por un lado y por otro muy distintas. En el teatro estás todo el tiempo conectado con lo que está pasando. Si eso no sucede no fluye y estás perdido. En cambio, trabajar frente a la cámara es trabajar todo el tiempo prendiéndote y apagándote. Al igual que la cámara vos también te prendés y te apagás para reproducir momentos.
¿Es difícil hacerlo sin orden cronológico como en el teatro?
No tener orden cronológico para grabar, repetir momentos hasta la saciedad. Por eso el teatro es más cercano a lo que nos pasa a nosotros como seres humanos, nos identificamos. El teatro es una representación de la vida.
¿En el momento de elegir una obra en que te basás?
Me resulta más fácil decir que no porque sí (risas). Cuando digo sí hay un montón de cosas. El texto, el personaje, saber que voy a trabajar con alguien que me entusiasma. Intuición también. Al final es una apuesta en realidad. No es fácil saber de antemano si un proyecto te va a gustar porque tienen su propia dinámica.
¿Hay personajes que cuestan más realizarlos que otros? ¿Es difícil no encasillarse en un tipo de actuación?
A mi nada me resulta fácil, todo me cuesta. Todo me lleva trabajo, concentración, pensar y buscarle la realidad al personaje. Nada es simple. Todos los actores estamos encasillados en un tipo de personaje. Todos tenemos una manera de actuar y nos llaman para hacer algunas cosas. Cuando podemos corrernos de ése lugar y hacer algo distinto es interesante.
¿De qué se trata la obra “Ni te cuento cuánto”?
No me gusta contar de qué se trata la obra aunque tampoco hay misterio como en una película que no se puede contar el final. La historia es sobre una pareja, Silvia (Victoria Raposo) y Nicolás (Antonio Birabent) que se queda un fin de semana sin su hija porque se queda en casa de sus abuelos. Dentro del tono de comedia va a lugares oscuros y muy serios. Hay humor y tragedia entre estas dos personas que tratan de volverse a encontrar y se desencuentran al mismo tiempo.
La obra aborda una problemática actual de la sociedad también en cuanto a las relaciones entre las personas.
Claro. Hoy cuesta más por todo lo que hay alrededor. Igualmente noto que hay mucha gente que trata de recuperar más el contacto humano y no depender de lo ficticio que hoy te la tecnología sobre todo. Por otro lado la obra habla sobre una experiencia que es imposible como la pareja.
¿No crees en la pareja?
Yo soy apocalíptico, creo que la pareja como está planteada actualmente es un fracaso estrepitoso, y que hay que buscar otra manera. Entiendo que es exagerado y sirve para el debate, para pensarlo. Siento que estamos todos tratando de encontrar otra manera de entender cuál es la relación de dos personas juntas. Es una búsqueda interesante.
¿Es la primera vez que salen para hacer la obra fuera de Capital?
Hicimos “Ni te cuento cuánto” durante cinco meses en un teatro que se llama “El camarín de las musas”. Terminamos el ciclo allí y en La Plata es la primera función que vamos a hacer fuera del ámbito porteño. Me da mucha alegría que sea en la ciudad de La Plata porque es un lugar que me gusta y tengo gente que quiero, y luego que sea en una sala nueva como Teatro Dynamo, es una buena señal.
¿Se vive como un reestreno?
Ensayamos la obra durante mucho tiempo con Victoria Raposo que está conmigo en escena. Y con Carolina Barbosa que es la autora y directora. Si bien la historia en esencia es la misma, hacerla en un teatro nuevo y en una ciudad diferente se vive como un reestreno.
¿Carolina Barbosa escribió la obra pensando en que el papel era para vos?
Ella es la autora y directora. La escribió pensando en mi porque nos conocimos haciendo una película. Y un día me dijo “me parece que estaría bueno que hagas teatro con algún personaje que no hiciste”. Ese personaje estaba relacionado con el humor y la comedia. Y pasó el tiempo y me dijo “acá está el texto”. A mi me entusiasmó eso. Lo concreto del planteo y hacer un personaje diferente a los que hice.
¿Es especial llegar a la ciudad de La Plata por la movida cultural histórica que tiene?
Mi conexión con la ciudad es enorme. Tal es así que en algún momento los músicos con los que tocaba eran platenses. En ésa época iba mucho, tocaba y grababa en la ciudad. Mi disco “Demoliciones” lo grabamos la mitad en La Plata. He pasado mucho tiempo allí y hace mucho que no voy. Por eso es una alegría para mi volver con la obra.