A medida que vas madurando como artista te sentís mejor…

Me pasa. Los primeros dos o tres años era muy pendejo. Pensá que a mi al principio me pusieron en todos lados y no estaba preparado para eso. Y eso se reflejaba, es una de las cosas que no sé si me favoreció. Yo estaba en un lugar dónde no podía hacer todo lo que quería bien. Ahora estoy en un lugar en el que hago lo que quiero.

¿Te arrepentís de algo de esa época?

No, me da ternura. No tengo arrepentimiento ni nada. Pero sí digo qué ternura (risas).

Hay ventajas y desventajas de ser el “hijo de”…¿Te pasó con tu viejo eso?

Total. Lo que hice durante el transcurso de mi carrera fue desechar todo lo que tiene que ver con llegar fácil a ciertas cosas o lugares. No reniego nada de lo que tengo a favor pero me es mucho más rico cuando consigo hacer cosas por mi cuenta. Mucha gente me pregunta ¿usás los instrumentos de tu viejo?, y algunas cosas sí, pero prefiero comprarme mis propios con lo que gano yo. Esto me lo gané y eso me da placer. Me gusta ser autosuficiente.

¿Es difícil pero satisfactorio trabajar y vivir de lo que a uno le gusta no?

Totalmente. Y más ahora que la industria de la música se hizo como un embudo. Pasan muy pocos y uno tiene que estar constantemente atento a ver como va mutando todo para entrar y saber dónde no entrar. Para evitar ciertas cosas. Todo es muy vertiginoso.

¿Muchos chicos hoy llegan más fácil por el uso de las redes sociales?

Totalmente, pero hay una contradicción en la música, ya que con todo el acceso a la música que hay podría haber todavía más bandas y artistas. Sin embargo, pareciera al revés, siempre están los mismos artistas o bandas dando vueltas. No sé que es lo que pasó, pero es abrumador y creo que hay dos o tres fórmulas que funcionan hoy. Y si querés abrirte y hacer un poco lo tuyo quedás afuera, te arriesgas a que no va a ser algo masivo. Si tenés esa expectativa con tu música tenés que leer un poco más el negocio.

Vos siempre hiciste lo que quisiste igualmente…

En mi caso sí, incluso algunas cosas pegaron más y otras menos. Siempre fuimos más de nicho por esa razón, no leemos el mercado, y mi situación capaz me permite poder hacer otras cosas, cosas más distendidas, experimentar. No soy una persona que busca constantemente la perfección, para mi el error y la cosa distendida me parecen una búsqueda esencial. Brian Eno decía que “los errores son intenciones ocultas” y me encanta ese concepto para la música. De los errores se han creado géneros musicales.

Mencionas a Brian Eno imagino que David Bowie fue una de tus influencias musicales…un artista camaleónico que no tiene un disco igual al otro. Y vos vas por el mismo camino…

Es cierto, es la única constante que hay en mi carrera. Hay mucha gente que se apresura en encasillarte en un género. Escuchan un tema y dicen “Benito hace música electrónica”, pero capaz no escuchaste otro que fue de Grunge. Y así con todo. Es muy difícil y publicitariamente no es lo mejor (risas).

¿Y dónde te encasillan?

He escuchado de todo. Dicen Electro Pop que no me aplica en lo más mínimo salvo dos canciones, Rock Alternativo que tampoco, me han dicho Dream Pop, creo que no me encasillo en nada.

¿Y eso lo aprendiste de Bowie?

De Bowie y de mi viejo aprendí todo. Ningún disco de ellos es igual. De Soda Stereo creo que desde “Canción Animal” en 1990 todos los discos fueron diferentes. Capaz en los 80s eran más similares. Hubo una explosión de intriga hacia cosas nuevas.

Esa mutación de los artistas es la que te gusta…

Claro, no sólo de Bowie y de mi viejo, también de otros artistas y bandas que no son muy conocidos, por ejemplo, Primal Scream te tiraba un disco psicodélico y después otro muy rolinga u otro industrial, etc. Eso me inspiró a hacer mi propio proyecto para ir siempre a lugares distintos. También me gusta Nine Inch Nails porque es un chabón obsesivo de la producción y me gusta la dualidad que tiene de ser muy industrial, muy pesado, pero también tiene conexión con lo ambient, va de lo más suave a lo más pesado. Y esa dualidad me interpela un montón.  

¿Y del ámbito local en Argentina que escuchás?

Me encanta Marilina Bertoldi, que colaboró conmigo en la canción “Santa Fe” de mi último disco. Fue increíble esa grabación con ella. Soy fan de verla en vivo también. Marilina es la nueva Madonna del rock. Tiene una potencia y una personalidad que no es fácil de conseguir. Y a ella le sale todo natural, me gusta todo ese mundo de ella. También me gusta mucho Wos, que tiene una banda que suena increíble, es muy enérgico. Siempre van surgiendo cosas que están buenas.

¿En cuánto a géneros se van repitiendo algunos artistas?

por más que un género en moda se empiece a repetir siempre ha pasado, en los 80s todo siempre sonaba igual. El Reggae es bastante parecido, el Blues y el Soul también.

Los géneros son similares, pero siempre está el que rompe el molde…

El que rompe el molde y generalmente lo que pasa, y una de las grandes razones de que bandas, por ejemplo, Soda, hayan sido muy populares, es que pueden tomar algo del Under y las hacían masivas. Madonna también lo hizo, es la esencia de la música Pop, es hacer accesible algo inaccesible en ese momento. Esos artistas tienen el talento para llevar a las masas algo de nicho.

 

¿Vos te sentís con esa necesidad?

Yo no me siento con la necesidad de ser popular. Pero me parece brillante y admirable quiénes pueden hacerlo.

Cada disco es el contexto que rodea al artista….¿es un diario de vida?

Para mi sí, hay otras personas que pueden decirte lo contrario. Yo hablaba con mi viejo y me decía que escribía situaciones imaginarias. Yo en eso disiento porque creo que siempre hablamos de uno mismo, por más que crees una situación, por algo la creaste, yo no le escapo a eso, porque siempre se crea desde la propia perspectiva. Yo escucho mis discos y recuerdo los momentos que estaba pasando, mi proceso psicológico, etc.

Es difícil ficcionar canciones…

Nada es random. Hasta las palabras que elige uno son por algo. Soy muy apasionado de cómo funciona la cabeza y nada es tan azaroso.

¿Fuera de la música que te gustaría hacer?

Siempre fui muy gammer de chiquito. Una de las cosas que quería hacer era video juegos, modelar en 3D. De chico tenía varios programas en la computadora sobre eso y ahora en cuarentena me los volví a instalar. Con programación y esas cosas me empezó a gustar la matemática en esta pandemia.

¿Muy raro eso no?

Pensé que me gusta la matemática cuando me da un resultado que puedo apreciar. Por ejemplo, hice un cálculo y el mono saltó (risas). En la escuela era hacer cuentas y el resultado final no me daba nada.

¿Y dentro de cuestiones del hogar?

Cocinar. Para mi cocinar me da el mismo placer que la música. Está en el top de las cosas que me gusta hacer. Hacer un plato me genera lo mismo que hacer una canción, el mismo nivel de placer, es impresionante. Me pasó que empecé y se me dio bien, me gusta mucho.

La cocina está muy relacionada a la música…

Conecta mucho con la música, lo hablaba con el Zorrito Von Quintiero y con Deborah del Corral, los tres estamos de acuerdo con eso. La cocina es muy musical.

¿Qué sueños cumpliste con la música?

Es una buena pregunta…creo que quería tener una discografía, y al hacer ya cuatro discos, la tengo. Yo quería tener algo para poder escucharme hacia atrás en unos años. Es una meta muy individual. Cuando era chico no soñaba con ser conocido, con la fama, ni nada. Yo quería tener canciones, un poco hablándome a mi mismo, para un conocimiento propio, esa era mi fascinación con la música. Quería tener mis huellas digitales impresas y lo cumplí.

¿Y qué te queda pendiente?

Estoy en un lugar para sacar el freno de mano y probar cosas distintas. Estoy súper contento con todo en mi vida en este momento. Estoy dejando que me sorprenda la vida, ahora estoy haciendo canciones y no sé de qué forma ni como las voy a sacar. Creo que se viene algo mucho más accesible, quiero probar qué onda en un lugar más comercial. Sería mi disco comercial (risas).

¿Qué proyectos quedan para este año y el próximo?

Tocar no, estoy esperando a sacar el nuevo disco, que será el año que viene probablemente. Estoy disfrutando por ahora este proceso. Y para tocar quiero esperar un poco más, porque los lugares que se están habilitando no responden para mostrar lo que yo quiero hacer. Veremos que viene el año que viene, pero seguro ya estoy de vuelta.

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