Por Axel Velázquez
Te aseguro que si estás leyendo esto es por dos cosas: o eres de las pocas personas que conocen a Bob Dylan y buscaste algo que leer relacionado a su vida y a su obra, o quizá solamente diste click en el enlace a este artículo porque alguien lo compartió en alguna red social y sentiste la curiosidad de saber algo de Dylan a pesar de no simpatizar mucho (o nada) con la música del genio de Minnesota. De cualquier manera, este texto sirve para ambos casos y más si aún no conoces nada acerca de él.
No te sientas mal de no conocerlo ya que nunca ha estado dentro del mainstream, y de hecho nunca ha querido. A Dylan nunca le ha importado ser reconocido ni ser un vocero generacional, tampoco le interesa vender muchos discos ni que sus canciones salgan, pero si te cuento que la obra de Bob Dylan ha sido una suprema influencia para artistas como John Lennon, Paul McCartney, Jimi Hendrix, David Bowie, Bruce Springsteen o Bono, seguramente quedarás sorprendido. Ahora, que si no conoces lo suficiente a Dylan porque te parece que su voz no es privilegiada, su música está fuera de tus gustos musicales o simplemente no has querido hacerlo- y espero que no sea este tu caso-, déjame decirte que estás a tiempo para cambiar el chip, echarle un vistazo a su obra y dejarte sorprender. Evidentemente abarcar toda la carrera de Dylan en un texto resulta una tarea imposible, esto es solo un breve repaso de algunas de sus mayores contribuciones.
Primero hablemos brevemente de sus orígenes. Bob Dylan es un cantante de folk, un género musical cuya instrumentación principal es la guitarra y la voz y su objetivo es contar historias y anécdotas de la vida cotidiana de los Estados Unidos. Eran canciones que se pasaban de generación en generación a través de los trovadores y los juglares que cantaban en los bares o en los cafés. Con el pasar de los años, el folk adquirió un carácter de protesta, es decir, canciones que contaban en sus letras las problemáticas de sus sociedades reivindicando derechos humanos perdidos, narrando las injusticias de su entorno o contando lo que pasaba en el mundo de una manera tan fiel que muchos cantautores eligieron el camino del folk para expresar sus ideas. Uno de ellos fue Woody Guthrie, la influencia más poderosa de Bob Dylan. Es curioso que Dylan primero quiso tocar Rock & Roll y ser como Elvis Presley o Little Richard, pero declinó debido a que eso implicaba tocar con más músicos y administrar sus finanzas con más personas podría complicar mucho las cosas. La simplicidad del folk terminó convenciéndolo.
Otra curiosidad es que Bob Dylan es de ascendencia judía y su nombre real es Robert Allen Zimmerman. Su nombre artístico viene del poeta británico Dylan Thomas, uno de sus mayores ídolos cuya obra literaria caló profundamente en la exquisita pluma que demuestra en la mayoría de sus canciones. Por otro lado, Bob fue un término que le agradó mucho para que se leyera junto con Dylan. No le agradaba la idea de que se leyera “Robert Dylan” así que se dispuso a encontrarse un nombre. Desde joven ya le empezaban a llamar Bobby, pero según él “sonaba muy cursi”, y recortando un poco la palabra se decantó finalmente por Bob. Así nació Bob Dylan.
Lo segundo que debes de saber es que su influencia en la música popular es incalculable. No debemos olvidar que la música popular moderna sienta sus bases en gran medida en el rock creado en la década de 1960. Un océano de talentos y grandes bandas de rock provenientes de Inglaterra y de Estados Unidos dictaron las reglas a través de sus discos y grabaciones para que la música evolucionara a partir del peso de sus propias obras, siendo Dylan un absoluto protagonista como veremos a continuación.
En 1962 publicó su primer disco llamado simplemente Bob Dylan, el cual pasó medianamente desapercibido salvo por un cover del tema “House of the rising sun”. Sin embargo, de 1963 a 1965 publicó The Freewhelin’ Bob Dylan, The times they are a changin’ y Another side of Bob Dylan, tres discos fundamentales de la música folk que muestran un Dylan maduro, claro y lleno de objetivos de hacia dónde iba con su música. Nadie siquiera se le acercaba. Escribía canciones con letras poderosísimas que a día de hoy siguen con la vigencia que tuvieron en su momento.
También en ese periodo se desató la beatlemanía por todo el mundo y Bob Dylan les iba a dar una lección a los Beatles que no van a olvidar jamás. En 1964 los Beatles eran los reyes de la música en todo el planeta, tenían millones de discos vendidos, una película en cartelera, giras y cientos de conciertos al año. Lo que Dylan les va a decir cuando se reunió con ellos en 1964 en un hotel en Nueva York cambiará la historia del rock para siempre. Con mucha frialdad les dijo que a pesar de su éxito debían de preocuparse por escribir buenas canciones, con más contenido, con mejores letras, que fueran más allá de “She loves you” o “I want to hold your hand”. Nadie imaginó lo que esto provocaría, ni siquiera Dylan que aún no anticipaba el tamaño de la mutación musical del cuarteto de Liverpool a causa de ese encuentro. De todos los Beatles, John Lennon fue el más afectado y a partir de entonces se encargó de narrar en sus canciones temas más delicados, más introspectivos y sensibles que se alejaban mucho de las letras cursis y sencillas que vendían tan bien en ese momento. Es Dylan quien los pone serios y es entonces cuando los Beatles empiezan a componer música de verdad. En realidad, al cuarteto de Liverpool no le hacía falta nada más en ese momento, gozaban de toda la popularidad que muchos artistas querían tener, y que de repente Dylan se les pusiera en frente y los convenciera de hacer algo más trascendente a través del poder que tenía el grupo musical más importante de todos los tiempos, es un acto sagaz y futurista que no debe olvidarse.
Además, este encuentro es muy recordado porque es cuando Bob Dylan los induce en la marihuana por vez primera. Sin bien, John Lennon y compañía ya eran famosos en Europa y consumían pastillas para mantenerse despiertos y así rendir en las constantes giras, nunca antes habían consumido una sustancia de esta magnitud. Esto repercutió en que los Beatles, ayudados por la psicodelia que crecía con fuerza en la década de los sesentas, vieran en la marihuana y en las sustancias psicotrópicas un vehículo para desatar su creatividad como músicos.
Un ejemplo de la grandeza de Bob Dylan deriva en parte al encuentro antes mencionado. Resulta que Dylan fue invitado a participar en el Festival de Folk de Newport en 1965, el mayor festival de música folk de todo el mundo y él era el plato fuerte de ese cartel de invitados. Inspirado por la obra de The Rolling Stones y The Beatles, Dylan no quiso quedarse atrás de formar parte de la historia del rock y saldrá al escenario con una banda eléctrica a sus espaldas alejándose del sonido suave e íntimo del folk lo que provocó la ira de los asistentes que esperaban con ansias a ver un show de folk puro. Como hemos dicho, Dylan amaba el rock and roll y vio en este festival una oportunidad de reinventarse a sí mismo. Este suceso marca el inicio del folk rock, es decir, rock con letras llenas de contenido, muy bien ejemplificado en sus tres discos siguientes: Bringing it all back home, Highway 61 revisited y Blonde on blonde, trabajos que, según la crítica, son los mejores álbumes de toda su carrera. Una vez más, Dylan lo volvió a hacer.
Otro ejemplo de la gran influencia del genio de Minnesota, y de la que poco se suele hablar, fue la que tuvo en Jimi Hendrix. Hoy por hoy nadie cuestiona la influencia de Hendrix en toda la música que apareció desde que debutó en las grandes ligas del rock en 1966, pero primero citemos las influencias más grandes de Hendrix. Por supuesto que eran grandes bluseros como Robert Johnson, Howlin’ Wolf, Willie Dixon, Little Richard, Eric Clapton y Jeff Beck, pero Dylan fue el que le inspiró a cantar. Hendrix siempre consideró no tener una gran voz y era muy tímido cantando, pero cuando escuchó la canción “Blowin in the wind” supo que él también podía hacerlo. Y en efecto, Hendrix no goza de una voz privilegiada, pero el hecho de que cante y toque guitarra al mismo tiempo se relaciona a la manera de tocar de los bluseros del Delta Mississippi que cantaban y se acompañaban a sí mismos con el instrumento de seis cuerdas.
Y por último, Dylan tuvo la capacidad de aprovechar la fama que tiene el rock para mover las fibras más sensibles de los seres humanos. De manera inteligente se dio cuenta que el folk por sí solo no tendría el mismo impacto que el rock. Con su canto jovial, lleno de cinismo pero con un alto contenido lírico, Bob Dylan desafió con orgullo muchos sectores sociales de su tiempo. Like a Rolling Stone es uno de los ejemplos más claros. Sus letras no pierden vigencia y así como cantaba en los años sesenta, su lírica sigue representando muchos de los problemas y de las situaciones que se viven en el presente.
Dylan nunca ha tenido una voz de amplio registro, por lo mismo nunca ha tenido el riesgo de perderla pero tuvo el coraje y el temple para formar parte del acervo cultural más significativo del siglo XX. Siendo ya una estrella del folk, aparentemente no necesitaba nada más y de pronto ¡Boom!, eligió al rock como el vehículo ideal para llegar a un público más amplio inventando sin querer el folk rock; un claro ejemplo perfecto de su constante búsqueda de trascender, de reinventarse a sí mismo y de la suficiente valentía que tuvo arriesgándolo absolutamente todo impulsado únicamente por las ganas de llevar a cabo sus inquietudes. Siento que el artista nunca debe de olvidar eso.
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