Por Damián "Puma" Gaspari
25 de julio de 2020
Desde los 10 años que agarró la guitarra no paró nunca más. Toca además el bajo, batería, piano. Autodidacta con la música. Siendo adolescente fue parte de la movida madrileña de los años 80. Tocó con Los Rodríguez, Miguel Ríos, Andrés Calamaro, Ariel Rot y Fito y Fitipaldis, entre otros. Encontró su lugar en el mundo en el escenario y hoy despunta como productor. Entra en La Cueva: Candy Caramelo...
¿Cómo estás viviendo está nueva normalidad con la pandemia en relación a tu trabajo de músico y productor?
Por suerte no la he pasado tan mal porque hace unos años me dedico más a la producción, entonces al tener el estudio en casa, yo vivo en un Dúplex y tengo mi estudio en la parte baja. Entonces durante todo el confinamiento he estado acabando varias de las producciones pendientes, mezclando cosas. Y ahora sigo teniendo nuevos trabajos a partir de septiembre.
Por suerte pudiste seguir trabajando pero la pandemia atacó directamente al arte y la música...
Tengo muchos compañeros que viven de la música y sus giras, algunos son artistas, otros son técnicos. Y ellos están en una situación muy complicada. No se pudieron hacer conciertos durante mucho tiempo, y ahora se están haciendo algunos pero con muy poco aforo en España. Es una cosa muy rara, no ayuda mucho, la gente tiene que estar sentada, separada a metro y medio, es todo muy frío. Es como tiene que ser pero entristese, da pena. Esto es algo que no sabemos dónde va a ir a parar, y realmente es muy triste.
Muchos músicos se abocaron de lleno al uso de sus redes sociales para hacer conciertos. ¿Cómo ves esta nueva forma de tocar en streaming?
Al principio me parecía bien, luego por el medio me parecía mal. Porque parece que los músicos vivimos del aire y no tenemos problemas. Y todo el mundo regalando música mientras yo pensaba por ejemplo los restarurantes han cerrado y nadie se pone a regalar comida. Uno puede grabar una canción o ponerse a tocar cada tanto para sus fans, pero hay gente que se ha dedicado todos los días a dar conciertos. Yo creo que eso desvaloriza un poco la profesión, y nos hace quedar como que los músicos no tenemos que seguir viviendo con los gastos diarios que uno habitualmente tiene para alimentarse, servicios o lo que sea.
Es la vida bohemia del músico que no es tan así...hay que pagar las cuentas...
Eso! Claro! Podemos ser bohemios pero tenemos los mismos gastos y problemas que todo el mundo. Se daba una imagen, una vez más, como que los músicos y artistas vivimos del aire. Es una época muy complicada, una situación nueva para todos, que cada uno la lleve como pueda.
Ahora se empieza a valorizar el trabajo del artista con la compra de un ticket online para poder acceder a esos shows desde su casa
Eso está mejor. En España también se está haciendo por suerte.
¿Por qué elegiste ser músico? ¿Cómo comenzaste a tocar?
Comencé a tocar a los 10 años porque a mis padres les gustaba mucho el rock and roll y la música swing. Entonces le regalaron a mi hermano, que tiene cuatro años más que yo, una guitarra española. A partir de allí empecé a tocar con él.
O sea que algo de influencia de tus padres en la música tuviste
Mi madre siempre quiso ser bailarina y mi padre tocaba un poco el piano. Entonces siempre nos apoyaron para que pudiéramos tocar con mi hermano. Empecé muy jóven y ya a los 15 años tocaba en la llamada "Movida Madrileña" de los años 80. Era menor y tenían que ir mis padres para que me dejaran entrar a tocar (risas). Y ahí ya despuntaba como músico hasta que a los 19 años ya hice mi primera gira.
¿Con qué artista fue esa primera gira?
Fue con Tino Casal, ya ha fallecido. Era como un David Bowie español, un creativo increíble. Y a partir de allí no paré, llevó más de 30 años tocando y haciendo giras.
En tu casa se escuchaba mucho rock y swing. ¿Qué artistas admirabas de chico?
Lo que más me impactó en los primeros años fue Elvis Presley, ya a los 15 años escuchaba a Sex Pistols. Mis ídolos son Elvis, Sex Pistols y Frank Sinatra. Mira que variado pero es así (risas).
En esa variedad de géneros se ve la diversidad de la música, no quedarse sólo con un género musical...
Exacto porque la música es muy amplia . No me he quedado solo con un género, me gusta la música que está bien hecha. También tocó más de un instrumento, soy 100 x 100 autodidacta, jamás fui a estudiar nada de música. Pero sí tengo facilidad para aprender los instrumentos.
¿Es esencial tener oído musical?
Exacto, así fue lo mío. Empecé con la guitarra, pero como mi hermano ya tocaba, yo hacía los bajos en la guitarra española. Y de ahí me fui al bajo. Pero nunca dejé la guitarra, después pasé al piano y a la batería.
¿Por eso tu segundo disco como solista lo llamaste "El hombre orquesta"?
Claro! En ese disco yo toco todos los instrumentos, guitarra, bajo, piano, percusión. Ese disco soy yo solo (risas). Todo tocado por mi.
¿No utilizaste ni siquiera músicos de sesión para grabar?
No lo planteé así desde el principio. Pero se fue dando y al final lo hice todo yo. Como aprendizaje fue todo un reto que no volveré a hacer nunca más (risas).
Me contabas sobre la movida española pero previo a eso ¿tocabas en alguna banda?
Tenía grupos con mi hermano. Uno se llamaba "Geny y los boomerangs", otro "Don Gato". Tuve varias bandas, siempre con mi hermano, dónde todos eran mayores que yo. Siempre decían "mira, el bajista es un niño" (risas). Pero nunca llegamos a nada con esas bandas, luego yo empecé a despuntar como músico.
¿En algún momento pensaste en seguir otra carrera?
La verdad que no. La primera vez que me subí a un escenario tenía 11 años, en los actos de colegio, y me di cuenta que era dónde realmente me sentía feliz. Estaba muy nervioso pero me sentí más a gusto que en ningún lado del mundo. Y me hizo ver que quería vivir con la música. Y así fue...
Con la música en general...
Claro, digo con la música porque la música está conmigo siempre. Tocando, como productor, lo que sea. Yo me siento a gusto y no me cuesta, me sale natural por suerte
A parte de la suerte el apoyo de la familia fue esencial...
Fue para agradecer. Mi padre trabajaba en un banco, y en un principio me dijo "¿tu no quieres estudiar para trabajar en el banco?". Y yo le decía lo que haces tú es como ir al colegio pero cobrando (risas). A mi no me gustaba eso, y mis padres lo aceptaron.
En todo ese recorrido un día llegan Los Rodríguez a tu vida. ¿Cómo fue esa experiencia con ellos?
Antes de Los Rodríguez estuve con Miguel Ríos. Y con ellos grabé "Disco Pirata". Pero en ese momento trabajábamos mucho pero por poco dinero. Las cosas no iban bien con Los Rodríguez y me ofrecieron otra cosa y los dejé. Y justo al año sacan "Sin Documentos" y ahí fueron furor. Nunca me arrepentí de haber dejado a la banda porque no me encontraba muy a gusto con cuatro egos muy grandes. Aunque aprendí muchísimo de todos ellos, pero ser el único músico de una banda en la que yo no formaba parte no es fácil. Era como un músico tocando para cuatro artistas.
Y no hubo arrepentimiento entonces...
No me arrepentí. Luego pasaron unos años y me llama Andrés Calamaro y me dice "che Candy, acabo de grabar en Estados Unidos un disco que se llama Alta Suciedad, y me gustaría que vengas a casa a escucharlo, porque me quedé con ganas de tocar con vos". Y esa frase no la olvidaré nunca.
Llegué a su casa, escuchamos el disco y me dijo "si quieres puedes empezar conmigo la gira". Eso fue año 97/98. Y con eso me quité la espina de haber dejado Los Rodríguez. Y me pasó algo similar con Ariel Rot, y pude tocar con ambos en la gira "Dos Rodríguez".
Pero antes con Andrés Calamaro y Andy Chango grabaron para Radio 3 shows memorables...
(risas) Me acuerdo sí! Era mucha imporvisación y un momento muy loco de todos. Yo ahí tenía 30 años, época muy loca divertida. Lo pasábamos genial, teníamos mucha conexión musical. Andrés participó porque salíamos todas las noches juntos. Entonces cuando íbamos a hacer los conciertos en Radio 3, Andrés dijo "voy para allá" (risas).
Por suerte hay registro de esos shows en Youtube porque han salido temas increíbles. Se nota que eran un grupo de amigos tocando sobre un escenario...
Y eso que esos conciertos se grababan a las 12 del mediodía. Porque siempre se hace por la mañana. Nosotros fuimos bastante temprano y nos quedamos allí como si fueran las 3 de la mañana (risas)
¿Habían dormido la noche anterior o siguieron de largo?
Algunos sí y otros no (risas). Y otros poquísimo.
¿Siguen en contacto con Andrés y Ariel?
Sí, somos amigos. Antes del confinamiento nos vimos, nunca he dejado de tener relación con ellos. Para mi Andrés (Calamaro) ha sido un referente y ha sacado lo mejor de mi. Incluso yo empecé a hacer producción porque produje su disco "On the Rock". A partir de allí me tomé en serio lo de la producción, y él me abrió las puertas confiando en mi trabajo. Me ha hecho crecer como músico, me ha hecho creer en mí, sólo tengo palabras de agradecimiento para Andrés. Y con Ariel fue igual. He tenido los mejores profesores con ellos.
Y con Andrés disfrutaste una de las mejores épocas...
Creo que sí, fue la mejor época. "Honestidad Brutal" y "El Salmón", he vivido muy de cerca esos discos. Es todo un lujo haber participado en discos que marcaron la historia de la música. Lo que he aprendido fue tremendo.
Además no eran discos simples, un doble y un quíntuple...
Uff, sí. Recuerdo que en "El Salmón" salieron 103 canciones pero eran 270 canciones en la computadora. Y en "Honestidad Brutal" había 140 pero salieron 37 porque Andrés tenía 37 años.
También en aquél momento ir en contra de la industria musical que acostumbra a discos simples con un promedio de 12 canciones
Claro! Y le costó convencer a Warner, pero poco a poco lo logró (risas)
¿En qué momento le cambia la cabeza a un músico para meterse en la producción?
En mi caso siempre me gustó el papel de productor. Ya he grabado más de 100 discos. Y yo iba a grabar el bajo y pedía permiso si me podía quedar más tiempo viendo cómo era la grabación. Me gustaba ver el trato del productor al artista, cómo cambiaba una canción, cómo se iban sumando todos los instrumentos. Y admiraba el papel del técnico, es una cosa que siempre lo tuve ahí sin pensar que podía hacerlo. Y fui aprendiendo por trabajar con muy buenos músicos, artistas, productores y técnicos. Tarde por respeto al papel de ellos, pude haberlo hecho antes. Al final me tiré al barro y empecé! Y con Calamaro!
¿Cómo te manejás con las nuevas bandas que te hacen llegar material?
Me encuentro de todo. Por suerte, de momento hago cosas que me gustan y que me hacen creer en los artistas.
¿Y algo de malo de éste mundo de la producción?
Algo que veo es que hay poca creatividad. Hay mucha copia. Todo el mundo quiere ser Leiva, quiere ser Calamaro, quiere ser Ariel Rot. Puedes sonar a ellos pero tienes que aportar algo, poner tu personalidad. Hay mucha gente que le digo que no porque me parecen malas copias además. Eso es lo único malo que puedo decir del trabajo. Hay que crear más.
¿Una cosa son las copias y otras las influencias no?
Claro! Todo esta copiado en la música, pero cosas tan exactas no. Además no es que copian la primera época de Tom Petty, sino a un artista que está sonando ahora mismo en la radio, con los mismos textos, las mismas melodías.
¿Y cuando ves alguna banda o artista que puede tener futuro los aconsejás?
Sí, de hecho me involucro mucho en las producciones, en la dirección artística. Estoy muy encima de ellos. Busco unificar el sonido del disco para que tenga coherencia y personalidad. Trabajo mucho escuchando música de otros artistas. Me encanta, no es solamente producir sino todo lo que rodea a ello.
Y esto de la producción te permitió volver a trabajar con músicos con los que tocaste muchos años como por ejemplo José "El Niño" Bruno?
Sí claro, estábamos hablando hace poco de que ya grabó 17 producciones mías (risas). Además es amigo y es mi baterista favorito. Un excelente profesional que ha montado un gran estudio. Es una maravilla, cada vez toca mejor y graba mejor. Con él giré durante 15 años con Andrés Calamaro, Miguel Ríos, Ariel Rot, Fito y Fitipaldis, La Cabra Mécánica...
Y con Fito y Fitipaldis hicieron la gira con Andrés Calamaro...
Sí, la gira "Dos son multitud". Que ahí José Bruno y yo tocábamos 3 horas y media sin parar. Éramos los dos únicos que no parábamos, todo el tiempo tocando.
¿Había que mantener el ritmo de una gira así sin descanso no?
Eran 3 horas y media. Primero prueba de sonido con Fito, prueba de sonido con Andrés, prueba de sonido con los dos. Y el show! (risas). Y no había un momento en el concierto dónde podamos ir al baño siquiera. No podíamos beber nada. No había una balada, ni un solo de guitarra (risas). Fue todo un reto porque habían muchas canciones pero son cosas que te hacen crecer.
¿Ya sacaste dos discos solistas para cuando el tercero?
Debería haberlo sacado ya. Lo va a editar Warner el año que viene. Lo tenía casi terminado y justo pasó la Pandemia. Y no tiene nada que ver con los dos primeros que son más rock and roll, rockabilly años 50. Éste es más punk rock, más onda Ramones y se va a llamar "La Pasarela"
¿Por qué ese nombre?
Porque es un homenaje a casi todos los artistas con los he tocado. Hago versiones de Los Rodríguez, de Calamaro, de Ariel Rot, de Tino Casal, de Coque Malla, de Miguel Ríos, de casi todos. Pero todos ellos con el filtro medio punk rock.
Y ahí completás tus influencias de la infancia llegando más a Sex Pistols después del rock and roll de Elvis Presley
Exacto! Mis discos los hago por puro hobby. Es un lujo para mi y por suerte lo edita Warner. No toco mucho, más que nada en Madrid y algunas ciudades fuera. Con sacarlo y tenerlo en plataformas digitales me da una alegría enorme.
¿Y en las versiones habrá algún dueto con esos artistas que mencionás?
Por suerte tengo la aceptación de todos ellos para hacerlo. Todos me han dicho que bonito, les hago un pequeño homenaje. Hay algún dueto con Diego García y otras colaboraciones. Pero nunca el autor va a cantar su propia canción. Tal vez Calamaro cante una de Ariel Rot y viceversa.
¿Qué proyectos quedan de aquí a fin de año?
Tengo que terminar algunas producciones que comencé durante el confinamiento. Una de un gran artista que se llama "Niko", otra de una banda que se llama "Los Pantoja", y varias más. Estoy dando fechas para marzo recién. No me puedo quejar si no se acaba el mundo estoy bien (risas)
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