Por Damián "Puma" Gaspari

12 de agosto de 2021

Músico, compositor, multiinstrumentista. Más de 30 años en la música. Fundador de Tía Newton, y desde 1993 como solista. Miembro de Babasónicos. Con varias canciones presentadas durante la pandemia y con un nuevo disco inminente para publicar. Entra en La Cueva: Carca…

Impactó muy fuerte la pandemia en los artistas…¿va a costar recuperarse de todo este tiempo?

Fue jodido y sigue jodido. Va a costar acomodarse como algo tangible dentro de una comunidad donde se pueda practicar espectáculos parecidos a cómo eran antes. Pensando en eso, la apertura que hay ahora tampoco sirve, no lo representa. Me alegro por todos, y estamos mucho mejor que el año pasado, pero falta mucho todavía.

Incluso ustedes con Babasónicos, salvo al aire libre, es difícil llevar esa cantidad de gente hoy a un show…

 Babasónicos es un grupo número uno, entonces no sé cuánto tiempo va a pasar para que esa cantidad de gente que iba a los shows se vuelva  a juntar sin peligro. Yo veo todo muy lejano.

¿En lo personal cómo la pasaste? Todos vivimos estadios similares con miedo, preocupación, incertidumbre y esperanza…

Tristeza, desazón, desilusión…Me gustaría resumirlo en algo que practiqué durante todo este tiempo que es hacerme el boludo. No queda otra, imagínate si nos pusiésemos a intercambiarnos sentimientos fatalistas que hemos experimentado ante ignorar o vislumbrar algo bueno. A la vez, intentar torcer algo que ayude a luchar contra ese monstruo.

Es invisible…

Es invisible, y a parte, yo siempre lo vi como una guerra. Siempre tuve cierto interés o curiosidad de saber cómo fue la debacle para la gente del holocausto judío, cómo la esclavitud de los negros, y distintos conflictos, que de niño pensaba “uh esto puede pasar”…En la vida que es hermosa, también hay seres humanos que son un bajón…

¿Es que conociendo la historia podemos vivir distinto el presente no?

Todas esas situaciones me hicieron vivir diferente la realidad, y por eso, volviendo al virus, fui uno de los que no tuvo sorpresa por lo largo que se viene haciendo la pandemia, porque para mi, desde el arranque, sabía que eran mínimo dos años. Yo no la voy con la esperanza.

 

¿No tenés o no crees en la esperanza?

La esperanza es un bajón, porque vos no estás actuando sobre algo que no podés manejar. La esperanza es para la religión, supongo. Esperás que Dios te ayude, cuando en realidad, sos vos el que te tenés que ayudar y ayudar al otro, y ahí está Dios, en todo caso, en uno mismo y en el otro.

Esta pandemia mostró también las miserias de muchos…

Como todas las situaciones límites van despertando las peores miserias de las personas. Pero para no ser tan oscuro, también despierta lo mejor de cada uno, y hemos visto mucha gente generosa dispuesta a ayudar a quién lo necesita. Tal vez no son tan visibles, pero están.

Pasando a lo laboral, salvo la cuestión de tocar en vivo, trabajaste mucho y fuiste lanzando varias canciones…

Tuve la suerte de haber dado en el clavo con un sentimiento que me vino apenas empezó esto. Soy un músico que si bien tengo muchos amigos, y soy bastante querido, incluso más reconocido a nivel imagen que mi propia música. Entonces, tuve la idea de intentar terminar un disco antes de la pandemia. Siempre dependí de las ganas y el tiempo, pero no me era grato terminar un disco y que no lo pudiese salir a tocar. Incluso, sin ningún aparato de promoción, un disco es tan efímero hoy en día como una exhalación… por más que te mandes el disco de tu vida.

La música tiene esto igualmente que las canciones siempre quedan…y cambió en eso la industria también

Soy partícipe de que la música llegue a la mayor cantidad de gente posible, si es en forma gratuita, mejor. No voy detrás de algún modelo preestablecido, hace mucho tiempo me di cuenta de que las compañías discográficas iban a desaparecer, y que todo era cartón pintado. Y, por ende, ahora estoy muy contento de tener esa independencia.

Por suerte disfrutar la libertad del artista sin nadie a quién rendir cuentas…

Me ha pasado, sin ser un número uno, que hay mucha gente que te quiere quitar tu posibilidad de ser feliz. Sea una compañía de discos o lo que sea. Pero bueno, encontré una dinámica que está buena.

Y esa dinámica va soltando canciones cada tanto…

Claro, pero sin un rigor de tiempo ni nada, van apareciendo. Por ejemplo, ahora viene el quinto adelanto del disco. Por ahora seguirá siendo así, jugando con confianza, será un disco del año que viene en dónde vas a conocer la mitad del álbum y la otra mitad no.

Es un buen concepto para un álbum…

Es interesante. Yo lo veo como fan. Yo soy más fan de la música que músico.

¿Escuchás mucha música?

Tal vez no escucho mucha música, pero estoy más cerca de lo que el fan espera del músico que admira porque yo soy un fan de muchos. Entonces no me sería un bodrio comprar o escuchar un disco que ya conozco canciones. Todavía queda alguna sorpresa en el disco.

¿Lo pensás como disco físico?

Principalmente lo vislumbro como un disco físico…que es lo que un viejo de 50 años como yo esperaría (risas).

¿Qué importante es el disco en la mano no?

Claro, sobre todo por el conjunto de todo. Las artes, las láminas, tapas, la información. Yo no sé a veces dónde buscar lo que yo me pasaba leyendo en los discos. Hasta el último músico, ingenieros, colaboradores, todo. Por ejemplo, Carlos Cutaia toca el piano en Miss Universo en “Un Millón de años blues”. Nadie que tiene el álbum físico puede olvidar que Carlos toca ahí, sin embargo, hoy tenés un montón de fans que, si le decís eso, no lo pueden creer.

¿Hay mucho amiguismo político en la música?

Yo como los odio a todos por igual no esperaría jamás comer de la mano de la política. Salvo que tenga un amigo que haga política de una forma en la que casi no se hizo nunca, una política ateniense, de Pericles. Y como yo toco con todos por igual, he tenido muchos amigos, y eso me ha constituido como músico conocido, dentro de lo no conocido que soy.

Es distinto ser conocido a ser popular…porque vos tenés el reconocimiento de tus pares que es esencial…

Eso para mi es el éxito. El reconocimiento puro y sincero de los demás, sean músicos o sean fans. Hay una barrera que no se divide para mi.

 

Pero hoy las redes también ayudan mostrar y dar a conocer…

En realidad, todo es tan rápido ahora. Son noticias que uno lee por Twitter y ves que se reunió tal con tal. Tenés como que seguir muchas cosas para enterarte de todo y tampoco podrías. Antes estaba escrito para siempre en un álbum. Es una forma romántica y cavernícola que tengo de ver las cosas (risas). Y no reniego de la tecnología para nada, pero he visto mucha gente hacer cualquier cosa y no tener éxito…

¿Haciendo un recorrido en tu trayectoria ya llevás más de 30 años con la música no?

Mucho más. A los 9 mi abuela me regaló una guitarra criolla. A los 12 años me compraron una guitarra eléctrica y a los 14 ya girábamos, por decirlo de alguna manera, por los colegios de la zona tocando. Hacíamos cualquier cosa, pero la hacíamos. A partir de los 17 me pongo más serio para que la música se convierta en algo que pueda llamar la atención o que te cause algo. Al principio uno pretende ir por el shock, sobre todo cuando no sos un súper virtuoso. A nosotros nos queda erigir un personaje y divertir a los demás.

¿Y así lo hiciste en tus primeros discos?

En esos primeros discos yo intentaba arriar el ganado y llevarlo para el lado “bueno”. Y los años 90s tuvieron toda la onda de la reedición en CD. He trabajado mucho durante muchos años. Así que volviendo a la pregunta anterior son más de 30 años con la música.

Y en algún momento fue la música y la facultad porque vos estudiabas también…

Estudiaba Óptica. Soy óptico contactólogo, pero por suerte nunca laburé (risas). Era un ardid barato para seguir tocando mientras vivía con mis viejos y no trabajar. No tenía un mandato familiar para estudiar. Sí había un problema si se combinaba la música y no hacer nada, en mi casa se escuchaba mucha música. A lo último se complicó todo porque el último año de carrera ya tocábamos casi todos los fines de semana.

¿Era difícil tocar y seguir estudiando?

Tenía menos tiempo, pero fue más fácil porque éramos una banda de pubs. Yo tenía 17 años y salía de la facultad e iba a la zona de pubs con un cassette para hablar con el dueño. Y había un escenario minúsculo en todos lados, te daban eso, vos metías treinta amigos, y tocabas. Así se armó el under en Argentina.

Por suerte ahora parece que vuelve un poco ese circuito…

Durante un tiempo se había cortado, primero por Cromañón, y porque el under no parecía atractivo, no fue interesante. Ahora hay un montón de bandas con una buena posición económica o no, pero pueden empezar a hacer uso del circuito sin ser utilizados. Porque siempre hubo algunos hijos de putas que te obligaban a vender entradas y todo eso. Ese fue el monstruo oscuro del under.

¿Ese recorrido de bares le da otra formación al músico comparándolo con el que la “pega” en las redes hoy no?

No considero que una cosa sea mejor que otra. Lo que sí es seguro, es que es mejor que te agarre el éxito o tu momento de popularidad más curtido. Porque sino te vas a mandar todas las cagadas juntas, y es mejor mandarse todas las cagadas distribuidas durante muchos años (risas). Eso es algo que nosotros hubiéramos hecho si teníamos una moneda importante pero no pasó (risas). No estoy en contra de nadie que se haga famoso por una canción solamente. La verdad me importa un carajo si sabe o no tocar un instrumento, la música es para escuchar, no para juzgar.

¿Estás de acuerdo con los programas de TV que participan músicos y se los evalúa?

Lo que pasa es que lamentablemente, la música, como todo arte, necesita un vehículo de difusión y de exposición. Y ahí es donde entra una revista como Rolling Stone, y toda una cosa que con la cultura no tiene nada que ver. Y a la gente lo que le ponen en la TV, lamentablemente es lo que quiere ver. Todos están prendidos al juego de criticar, denostar a una persona, hacerla sentir mal y después tienen gestos empáticos con la minoría. Es toda una mierda hipócrita sobre la que está sostenida la civilización. Es la cultura de mierda que hemos construido sobre el planeta.

¿Cumpliste todos los sueños que tuviste con la música?

Con creces, mucho más de lo que hubiese soñado en mis mejores sueños. Eso no quita que tenga mucho sacrificio, casi extremo para cumplirlos. Soy un agradecido a la música.

Hay que agradecer a la música y compartirla…

Sí, soy un músico que soy tan vago que no haría una canción solo para mi (risas). No me interesa eso.

¿Qué proyectos quedan para este año?

Estoy viendo de hacer un show solista antes de fin de año. Sería en la Usina del Arte, que ya lo conozco y me sentí muy cómodo, cuidado con sus protocolos. Solo resta ponerle fecha tal vez entre octubre y diciembre. Quizá sea lo único que haga para presentar esta música que va apariendo hasta ese momento. Y concentrar todas las ganas en ser feliz esa noche…

 

Youtube

 

 

 

Spotify