Por Santiago Patiño

1 de noviembre de 2021

PH: Fernando D. Vicchio

Músico, cantante, compositor. Guitarrista histórico de Almafuerte y uno de los mejores de la historia del rock argentino. Recorre el país con su proyecto Solista pero mira de reojo una posible vuelta para la despedida de Almafuerte. Entra en La Cueva: Claudio “Tano” Marciello…

Muchos de los fans tanto de Almafuerte como tuyos dijeron que a Iorio no le dejaron cantar el himno porque él “tira la posta y como dice la verdad lo censuran”. ¿Vos qué opinas al respecto?

Si yo me meto en una cosa es porque tengo espalda para bancármela, sino no me meto. A mí no me gusta mezclar mi música ni lo que hago con los asuntos políticos porque para mí son todos hijos de puta y no creo a ninguno. Yo creo en mí y en mis fanáticos, lo que yo hago es para ellos y si ellos lo comparten, bien, si pagan la entrada para un show me ayudan a comprar instrumentos y puedo seguir haciendo discos. No dependo del estado, las cosas que tengo que decir las digo en mis canciones. No dejo de ser una persona urbana y ciudadana. No levanto bandera por ningún partido porque son todos los mismos chorros. Mi viejo vino a la Argentina en el año 42 y ya había deuda, entonces que no me vengan ahora con la deuda y pónganse a trabajar con la salud y las cosas necesarias para la gente. Yo soy un laburante también, porque yo si no tengo mi camioneta no puedo salir a tocar. Yo hago música, toco la guitarra, hago conciertos y no voy a la parada del colectivo y choreo a un tipo que está yendo a laburar.

¿Qué tan cerca estamos de una reunión de Almafuerte?

Yo quería reunir a la banda en marzo del 2020 para despedirla, pero apareció la pandemia y quedó todo en la nada. Pero a su vez, Almafuerte es una banda grande, no sabés si de despiden o no, porque capaz surge una canción o algo y se levantas las escuchas alguna plataforma. Querés hacer conciertos, suben ofertas y terminás haciendo seis o siete.

¿Pero estarías dispuesto a realizar una serie de shows a nivel nacional, en varias provincias?

Si hay ganas de laburar, sí.

Pero vos las tenés…

Yo estoy para esto porque vivo de esto. Mirá, mi conversación con Ricardo (Iorio) sería algo así: “¿Qué haces? Estoy gordo como Homero Simpson. Ah, y yo cada vez más flaco. Pero arrancamos a hablar y capaz empezamos a tocar algo. Para mí tiene que volver lo que paró, eso que quedó inconcluso. Hay un par de formaciones de Almafuerte, pero puede volver cualquiera. Y cuando la banda vuelva, yo no quiero mediadores empresarios ni nada de esas cosas, porque yo no necesito un tipo que salga a pegar carteles sobre el regreso de la banda, yo agarro el celular y digo, en X fecha vuelve Almafuerte, y listo, quilombo tremendo. Solo se necesita que estas dos personas, él y yo no sentemos debajo de un eucalipto y digan “¿vamos a laburar? Vamos a laburar”.

Además de un cierre, un show de despedida ¿Pueden aparecer temas nuevos? ¿Alguna novedad?

Puede pasar cualquier cosa. Fijate igualmente que Ricardo había quedado varado en Iguazú, yo tengo que hacer shows, gira, compromisos pendientes. Yo no tengo problema que entre medio de eso se arme la banda y salgamos a tocar. Yo no voy a ofrecer nada nuevo si es una reunión de despedida, pero en el medio puede ser que salga alguna canción y se grabe, y eso puede seguir con la última formación de la banda, por ejemplo. No puedo decir mucho porque después se genera polémica.

 

La pandemia generó altibajos en lo emocional y ni hablar de lo económico. ¿Te despertó algo en la composición?

Nada, en absoluto, porque en mi cabeza yo tengo presente que los nenes no tienen compañeros de escuela, que se hace un velorio y va todo el mundo, que los barras manejan todo. ¿Entonces, en qué te puede servir esto? Hubo un punto en el que yo comencé a llamar a los integrantes de mi banda, me dijeron que se sentían bien y ahí establecimos una fecha y hora para juntarnos todas las semanas. En vez de ensayar una lista de temas para tocar un fin de semana, que no se podía hacer recitales, me puse a hacer un disco nuevo. Después de eso tengo más canciones, por eso te decía antes que no es  difícil para mí rearmar una banda y hacer algo nuevo, porque estoy todo el tiempo generando algo nuevo.

En tu carrera abordaste géneros como ser el folklore y el tango ¿Hay algún estilo en el que no hiciste hincapié y del que te gustaría influenciarte?

Lo que pasa es que a mí me generan curiosidad muchos géneros musicales, y más en la guitarra. Yo por ejemplo nunca toqué jazz y cuando veo un guitarrista de ese  estilo me vuelvo loco, el tema es que yo soy recontra rockero. Me críe escuchando Creedence, los Beatles, Santana, Gary Moore, después me encantó Black Sabbath con Tony Iommi y demás. Pero con el tiempo me pasó justamente de escuchar por ejemplo tangos y decir “se pueden tocar en mi estilo”. Para que te hagas una idea me gusta Paco de Lucía, que no es rock y fíjate que yo ahora toco Zamba de Resurrección y el estilo que yo aplico es flamenco. No puedo hacer un disco con un género definido porque siempre va a haber influencias, a la par de que siempre lo que hago lo mezclo con rock y el blues. El heavy metal ya es otra cosa, algo distinto, otras estructuras, otros mecanismos, por eso si vos querés riqueza y armonía te tenés que meter en el blues, el jazz y el tango.

¿Te importan los rankings? ¿Cómo te pesa que la Rolling Stone considere que sos el octavo mejor guitarrista de la Argentina?

Si te soy sincero no me importa, en absoluto. Yo no estoy en el viaje de aprender a tocar cada vez más rápido o de ser el número 1.

Pero tratas de superarte a vos mismo...

Para superarme me tengo que sentar ocho horas por día a hacer un riff imposible a ver si me sale cada vez más rápido y la verdad que no tengo ganas. Yo disfruto de la música que hago y de ahí salen canciones, pero porque me gusta, porque yo lo siento en el alma. No quiero ser el guitarrista más rápido del mundo, yo lo que quiero es dejar un legado para los que vienen. Yo escuchaba a Santana, Van Halen, Steve Morr, que hoy son veteranos de casi 70 años, y lo disfrutaba porque tenían una identidad, y en eso estoy yo, en el legado y la identidad.

Tano, gracias por todo. ¿Nos reencontramos en la próxima entrevista ya con Almafuerte reunida?

Estás haciendo hincapié en eso y yo no puedo decir mucho, ja ja ja. Por el momento no. Yo me tengo que reunir y hablar con Ricardo (Iorio). Él en sus conciertos me nombra, yo a él también, porque tenemos justamente un legado, canciones que hicimos durante 21 años. Almafuerte no se va, no es que deja de tocar habiendo interpretado siete u ocho años el mismo disco, si para de tocar lo hace con un disco en mano, que terminó siendo “Crudamente”. Es decir, si hay ganas de laburar se puede hacer un disco, se pueden hacer los conciertos, despedirse y nunca más nada, se puede tocar con la última formación o variar, hay un montón de posibilidades. Lo importante ante todo es que Ricardo y yo estemos los dos juntos, porque lo empezamos juntos y nunca lo pudimos terminar.

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