Cuando hacés las versiones de canciones de rock uno empieza a apreciar de otra manera la letra y la poesía…

Eso que me decís es uno de los halagos más lindos que me pueden hacer. Por lo que tiene que ver con el tango que tiene otra métrica, otro fraseo, otro tempo, las letras se pueden escuchar y desmenuzar mejor, tanto de mi lado como del que escucha. Para mi es como la palmadita en la espalda al asador.

¿Qué significa para vos tener además el reconocimiento de los músicos de rock a lo que hacés con tu trabajo?

Para mi compartir con músicos como el Zorrito Von Quintiero, Leo Sujatovich, Manuel Moretti, en su momento también con Palo Pandolfo es increíble. Antes que, al cantor, el reconocimiento se lo hacen al fanático que soy yo. Ese halago y reconocimiento me excede, es doble para mi.

¿Cuándo les propones a los músicos de rock llevar sus canciones al tango que te dicen?

Siempre que propuse hacer canciones de rock en tango o que ellos canten tango, porque la idea de la Menesunda es generar ese ida y vuelta entre los géneros, me dijeron que sí. Todos los rockeros le tienen un cariño y un respeto al tango tremendo. Siempre lo resalto porque muchos tangueros no saben el respeto y el amor que nuestros artistas de rock le tienen al género. Cuando el tango no era bien visto en el ambiente del rock, allá por los años 80, Palo Pandolfo saca un disco que se llamó “Espiritango” y es fantástico.

El tango siempre está ahí…incluso como decís dentro del rock…

Si escuchás canciones de Charly García como “No soy un extraño” o “Los Libros de la Buena Memoria” del flaco Spinetta, el tango está ahí. Yo he encontrado tangos en canciones de muchos artistas. Algunas cosas están en la superficie y se ven, y otras las tenés que buscar más.

El tango cuenta historias, tiene barrio, y es nuestra cultura…

Tanto el rock nacional como el tango están relacionado con lo urbano. Se cuentan historias de la ciudad, son pinturas de lo citadino.

Siempre estuvo la música en tu vida…pero en algún momento también el fútbol, vos fuiste jugador profesional…

Sí y en algún momento fue casi a la par, la música y el fútbol. Pero siempre supe que quería patear una pelota y que quería cantar. Desde los 4 años supe eso, y hasta los 25 años jugué al fútbol. Me lesioné jugando en Aldosivi de Mar del Plata, antes había jugado siempre en Argentinos Juniors. Mi vida fue siempre el tango y el fútbol.

¿Y cuándo te lesionás te dedicás de lleno a la música?

En realidad, al tiempo volví a la música. No fue enseguida que dejé el fútbol. El tango estaba ahí esperándome. Fue muy noble el tango conmigo porque cuando el fútbol me dejó por la lesión y me esperó mi gran pasión.

¿Y mientras eras jugador cantabas tangos en el vestuario?

Durante toda mi vida me hacían cantar tangos en el vestuario. No era una época dónde se usaba llevar música a los partidos como ahora, pero sí cantaba en el micro durante el viaje, en las concentraciones y antes de los partidos.

¿En algún momento se hizo incompatible el fútbol con la noche del tango no?

Hasta los 18 años lo pude manejar, pero después firmé contrato profesional y empecé a jugar en reserva. Ahí tuve que dejar las noches de tango porque los entrenamientos de fútbol eran muy temprano de mañana.

¿Sos de escuchar música actual de Argentina?

Soy un enfermo de escuchar música de toda la vida. Escucho lo de antes y lo de ahora. Tengo un hijo, Mateo, que es músico, tiene un disco hermoso que se llama “Rockola”. Y él me mantiene actualizado con la música. Yo escucho desde trap hasta Bandalos Chinos, Conociendo Rusia, me encanta el rap. Soy muy curioso.

¿Cómo ves el tango hoy en día?

 

Lo bueno del tango es que sigue renaciendo. El renacimiento se empezó a dar en el año 2000, yo fui parte como público en ese movimiento. Hay un crecimiento continuo, yo por un tiempo tuve miedo al pensar que era sólo una moda, pero ya van 22 años y siguen apareciendo compositores, cantores, bailarines, por suerte el tango no para.

Y en ese renacer hay muchos chicos que tienen la data de lo que vos escuchabas, pero también de lo que se hace hoy en día…

Yo soy un privilegiado porque desde los 5 años en las peñas compartí escenario con grandes cantores como Goyeneche, Floreal Ruiz, Rufino y Alberto Podestá. Viví esa época hermosa y hoy puedo vivir la actual. Soy una especie de conector entre ambas generaciones.

¿Qué sueños cumpliste gracias a la música?

Me pasaron y me pasan cosas maravillosas gracias a la música. Soy un afortunado porque fueron cosas muy fuertes que ni siquiera llegué a soñarlas. Por ejemplo, lo de Charly García, nunca pensé que iba a cantar con él en un mano a mano. Y después estar en su cumpleaños 70 cantando un tema de él. Lo que sí soñé y se me cumplió fue cantar con Diego Maradona. Era un sueño que tenía y lo pude cumplir.

Es extraño invitar a un músico de tango a un homenaje del rock argentino y vos lo conseguiste…

Es extraño, pero yo fui siempre público, así que se me dio estar ahí cantando “No soy un extraño” en el cumpleaños de Charly. También estuve en el homenaje a Palo Pandolfo.

¿Qué proyectos se vienen por delante?

El año que viene voy a grabar el segundo disco de la Menesunda, Tangolencia Rockera. Con invitados para que sea un puente entre el rock y el tango. Tengo en mente unos cuantos nombres para que se sumen. Y este año seguir tocando y cantando, este año cumplo 15 años en el bar “El Faro”, y tanto Tango en el Barrio como La Menesunda me gustaría que sean mis dos proyectos eternos que me definen como artista.

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