Por Damián "Puma" Gaspari

12 de octubre de 2021

Cantante. Nacida en Costa Rica pero adoptada rápidamente por Argentina. Pionera y referente del blues en castellano. Una de las fundadoras de Las Blacanblús. Forma parte hace años de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado junto al Indio Solari. Además, de sus proyectos de jazz y blues con “Antigua Jazz Band” y “La Fundación de Funk”. Entra en La Cueva: Deborah Dixon.

¿Cómo viviste la pandemia en lo laboral?

En lo laboral tuve un parate total. Yo estoy tan acostumbrada a todo lo que es la presentación en vivo, que todas las alternativas que se fueron dando como los streaming o los shows íntimos desde casa, a mi no me funcionaban. Primero porque soy una especie de dinosaurio dentro de las redes y tecnologías (risas), eso es una limitación enorme. Y segundo, no me sentía cómoda porque estoy muy acostumbrada a la interacción con el público y los músicos, entonces me costó muchísimo.

¿Y en lo personal?

Acompaña un poco todo esto de lo laboral porque yo vivo de la música. Toda la primera parte que fue de tanto encierro, de no poder ver a nadie, fue una cosa espantosa y por suerte ya pasó, eso fue duro. Al comienzo hubo una especie de relajo y decir que suerte que uno puede descansar en su casa hasta que se empezó a notar el tiempo de más.

¿Y qué cosas hiciste en tu casa durante ese tiempo?

Tenía que ocupar el tiempo y empecé a amasar, hacer recetas de cocina, regar las plantas, ver series. Cosas normales que podés hacer pero que no lo tenía tan cotidiano ni tan presente antes. Y cuando me empezaba a aburrir y no saber más que hacer por suerte comenzó a abrirse un poco y algo de música pude hacer.

¿Y te dio por lo creativo como a otros músicos?

A mi no me dio la cosa creativa. Tengo compañeros que sí, se pusieron a escribir y a hacer música. A mi me paralizó completamente todo.

¿Tuviste miedo?

¡Pánico! Porque por mi edad soy de riesgo, mi marido también. Mi nieta de 12 años es asmática y la tuvimos que cuidar como a un cristal. De hecho, tuvo un episodio que pensamos que era COVID y por suerte no. En fin, tuve miedo y bastante. Y eso me duró mucho tiempo. Recién la ansiedad bajó cuando nos pudimos vacunar, incluso tuve que volver al psicólogo porque no me bancaba más.

¿No te llevás bien con la tecnología, pero el músico que hoy no está en las redes queda afuera no?

Llegó para quedarse todo eso (risas). Está bueno todo, pero me cuesta, soy un poco reacia, eso no significa que me parezca mal. Pero prefiero lejos tener contacto presencial con todos.

Igualmente hiciste streaming con Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado…

Eso fue distinto. No es lo mismo a estar en tu casa con la guitarra cantando, encima yo no tocó ni guitarra, ni piano, ni nada (risas). Eso era peor porque tenía que cantar con una pista, que lo detesto y nunca lo hice. Entonces quedé bastante pintada con los streaming caseros.

Lo que hicieron con Los Fundamentalistas fue otro nivel…incluso se saturó el streaming.

Fue increíble, inaudito. Sabíamos que iba a ser algo multitudinario, pero jamás pensamos a ese nivel. No lo podíamos imaginar, y pienso cómo hacés para manejar eso que es muy fuerte.

¿Recorriendo un poco tu trayectoria vos cantabas antes de Las Blacanblús?

Cantaba, pero no profesionalmente. En alguna fiesta, reuniones familiares o de colegios.

¿Tenés esa primera imagen que te conecta a la música en Costa Rica?

Tengo muy presente todo eso porque en mi familia siempre hubo mucha música, tengo imágenes de mi madre, mi padre y mis hermanos, lo que le gustaba escuchar a cada uno. Mis viejos escuchaban mucho jazz y la música caribeña, tanto en español como en inglés. En Costa Rica hay mucha vinculación con Jamaica y las otras islas del caribe, sobre todo Jamaica luego de que se instaló el ferrocarril y mucha gente venía a trabajar de allí y se mezcló toda la cultura. Y también una ligazón enorme con Estados Unidos porque hubo una inmigración muy fuerte.

 

¿Y de todo eso que escuchabas más vos?

En mi adolescencia más que nada Soul. Pero también boleros, salsa…

¿Y el Calypso, es un ritmo de esa zona no?

Es un ritmo de las islas. Viene más que nada de Jamaica. Es una canción de trabajo que se transformó en algo muy rítmico de allí. En cada lugar fue tomando características diferentes. Es un gran coctel.

Eso tiene la música que se termina fusionando y mezclando porque la música es la gente…

Exacto, tal cual. Y a dónde va la gente lleva la música. Sus instrumentos, vivencias, cantos, lenguaje, la música está en evolución constante y permanente.

Siguiendo tu historia…¿viviste en Colombia también no?

Sí, pero antes viví un tiempo en Francia, después en España y ahí llegó Colombia. Llegué luego a Argentina y aquí me quedé.

¿Vos sos traductora de francés por eso Francia?

Sí, empecé trabajando de eso en Argentina. Pero me terminé de recibir de profesora en Buenos Aires. Trabajé unos años de eso y ahí empecé con la música. Entonces tuve que tomar la decisión porque gracias a Dios nos empezó a ir muy bien con Las Blacanblús.

La música hasta ahí no era tu actividad principal…

No, claro. Las otras chicas sí tenían la música como actividad principal, pero yo tuve que elegir en su momento si me dedicaba a la música. Fue dándose de a poco y elegí la música. Nunca más volví a dedicarme al francés.

No te arrepentís de esa decisión…

¡Jamás! Y eso que nunca me lo había planteado como actividad principal. Con la música descubrí mi verdadera esencia y vocación. Lo tenía ahí, pero no lo había asimilado.

Se tenía que dar y se dio…encima no sólo blues sino mucha relación con el rock argentino tenés…

He sido privilegiada y canté con muchos músicos increíbles.

¿Ser parte de Los Fundamentalistas es mucha presión?

Es algo cultural. Estando del otro lado del escenario es espectáculo que veo es totalmente distinto. Para mi el show es el público que es algo increíble, inexplicable. Además, como me siento parte de esa gente y me entusiasmo de la misma manera que ellos. Todos alrededor de la figura del Indio. Es un privilegio sentir que uno está formando parte de la historia. Es fuerte tomar conciencia de todo eso.

¿Escuchás música actual en Argentina?

Hay muchos nuevos artistas. Estoy mucho en contacto con mujeres en el ámbito del blues, hay un movimiento que está buenísimo. Y como de alguna manera fui una de las precursoras, me convocan mucho. Hay cosas muy lindas, alucinantes y grosas. Estoy contando historias y reivindicando el papel de la mujer en el blues que es importantísimo. Fue pionera en el blues original.

¿Y en otros géneros?

A nivel de toda la música hay una movida muy importante, gente muy joven haciendo muy buena música. A mi me pasa que a veces me aferro a volver a escuchar cosas de antes, lo que a uno le gusta, no me es fácil siempre, pero como tengo a mis hijos, alumnos y compañeros que me dicen “mirá escuchá esto…”, más todo lo que hay en Youtube que nunca terminás de escuchar.

No estás de acuerdo cuando dicen que no hay cosas nuevas buenas…

No estoy de acuerdo, creo que hay un montón de música y buena. Lo que pasa es que uno no está acostumbrado a escucharlo. Y se está produciendo algo que tal vez uno no entienda fomentado mucho en las redes.

¿Qué proyectos se vienen próximamente?

Tengo una banda que se llama La Fundación de Funk, somos diez personas, y por ahora no pudimos tocar todos, pero ahora al aire libre vamos a tener shows. Y después el 29 de noviembre voy a estar con Patán Vidal cantando en el Teatro Colón. Nos convocaron para cantar en la gala anual solidaria de ALPI. Ya la venían haciendo con artistas populares y ahora nos invitaron. Estoy nerviosa y muy contenta.

Qué bueno que se amplifique para el rock y otros géneros populares el Teatro Colón…

Exacto, es bueno que todos puedan tener acceso, ya sea músico popular o público en general. Todo eso me tiene muy entusiasmada.

Después de tantos miedos, sufrimientos y pérdidas poder disfrutar del arte y la cultura es maravilloso…

Tantas pérdidas lamentablemente. Creo que se está dando una explosión de cultura. Fue mucho tiempo de estar reprimido, cuidándose, con miedos. Todo irrumpe con fuerza y me parece fantástico.

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