Por Juan Santiago Caamaño

Formula 1: Drive to Survive

10 episodios (apróx. 30 minutos c/u)

Netflix

En tiempos donde cada deporte busca potenciar sus eventos en pos de un mayor espectáculo y en el que cada actividad necesita de elementos diferenciadores para seducir a nuevas audiencias, aparece esta producción original de Netflix acerca del planeta que rodea a la máxima categoría del automovilismo mundial.

Producida por James Gay Rees (conocido por el documental “Senna”) y Paul Martin (de Box to Box Films), esta propuesta permite adentrarnos en el mundo de los pilotos, directores de equipos y propietarios de la Formula 1.

Los continuos seguimientos de los protagonistas, acompañados por la enorme calidad de las imágenes en carrera, sumado a las historias que se desarrollan en los capítulos, hacen que la serie se transforme en un producto realmente adictivo para quienes buscan la acción de esta competencia y conocer el (hasta ahora) lado oculto de la misma.

Se trata de un recorrido por toda la Temporada 2018 teniendo la gran virtud de que en todos los episodios se combinan la adrenalina de lo que vemos por la tele en cada fin de semana de actividad, con las vivencias personales de los propios pilotos y equipos oficiales. Historias muy bien contadas que están hilvanadas por el calendario general, pero en donde cada capítulo trata de tener su relato particular.

Desde momentos de satisfacción y alegría a desilusiones y frustraciones, pasando por los diversos conflictos tanto entre rivales como entre compañeros de una misma escudería. Mostrando las desigualdades entre quienes cuentan con altos presupuestos y quienes necesitan nuevos financiamientos para mantenerse en competencia, así como el recorrido de vida de cada protagonista. Drive to Survive nos muestra otras aristas de este mundo.

Pero no todo es perfecto en esta serie documental. Es importante aclarar que muy probablemente a medida que se avance en los episodios, el espectador empiece a preguntarse acerca de la falta de contenido sobre las dos marcas más importantes de la categoría reina, ya que únicamente Mercedes y Ferrari no aceptaron abrir sus paddocks a esta propuesta.

En principio uno pensaría que es un ítem negativo no contar con el detrás de escena de ambas escuderías, pero sin embargo esta ausencia permite entrar en la intimidad del resto de los equipos que no son tan conocidos y comprender las diferentes realidades que viven tanto para crecer como para afianzarse en un escenario ultra competitivo.

Lejos quedaron los años dorados de mediados de los ’80 hasta principios de los ’90, y más en el tiempo aún la etapa romántica de sus inicios en la década del ‘50. Hoy la búsqueda del espectáculo no solo recae en las modificaciones tecnológicas de los autos, en la promoción de nuevos escenarios o en la búsqueda de nuevos talentos al volante. En este mundo híper competitivo en cuanto a oferta de eventos deportivos, un buen relato como el de la serie sin dudas ayuda a promover la categoría, permitiendo recuperar a los desenamorados y logrando infiltrarse en el deporte humanizando a la Formula 1, aportando ese plus que las nuevas audiencias persiguen y reclaman.

Por qué ver Fórmula 1. Drive tu Survive: La adrenalina de la máxima competencia automovilística del mundo sumada a la calidad de las imágenes y a los relatos sobre las historias de los protagonistas, hacen del combo deporte y entretenimiento un producto ganador.

Si te gustó Formula 1. Drive to Survive, te recomendamos: Senna (2010) y Williams (2017)

Trailer oficial