Por Marcelo Ivs

Película: “Feliz Navidad Mr Lawrence” 1983

Director: Nagisa Oshima.

Género: Drama bélico.

País: Japón/Gran Bretaña.

Música: Ryuichi Sakamoto.

Protagonistas: David Bowie, Tim Conti, Ryuichi Sakamoto, Takeshi Kitano.

Cuando una película tiene como protagonistas a dos artistas de culto tan grandes como lo son el camaleónico David Bowie y el polifacético director nipón Takeshi Kitano es imposible que el resultado sea negativo. En Feliz Navidad Mr Lawrence retrocederemos unas cuantas décadas, más específicamente a los años 40 para revivir uno de los pasajes más nefastos que tenga memoria la humanidad, la Segunda Guerra Mundial y los acontecimientos ocurridos en Java. El choque cultural será el argumento principal en esta cinta donde ningún ser humano tendrá su noche buena, eso tenlo por seguro.

1942, Indonesia. Durante la Segunda Guerra Mundial, Jack Celliers (David Bowie), comandante del ejército británico es enviado a un campo de prisioneros en la remota isla de Java luego de ser capturado por un alicaído ejército imperial japonés que ya siente la derrota avecinarse. Él, injustamente acusado de haber cometido crímenes de guerra deberá esperar la aplicación de la pena de muerte junto a otros prisioneros occidentales. En esta isla Jack hará amistad con el Coronel John Lawrence (Tim Conti), prisionero británico que servirá como apoyo moral y mediador entre los agotados detenidos y el comandante encargado del lugar, el misterioso Capitán Yonoi (Ryuichi Sakamoto), un reprimido homosexual que comenzará a sentir atracción física por Celliers, poniendo en duda su honor y el futuro de ambos.

Es una producción británico-japonesa estrenada el 10 de mayo de 1983. Dirigida por el japonés Nagisa Oshima, director que posteriormente tocaría un tópico muy parecido en Gohatto (1999), su última película antes de fallecer de neumonía el año 2013. En relación a la película, todo el apartado técnico, la ambientación y las actuaciones sobre todo están impecables, pero si algo llama poderosamente la atención apenas comienza el metraje es su banda sonora compuesta por Ryuichi Sakamoto, sí, el mismo que interpreta al Capitán Yonoi. La música es simple, realizada con algunos teclados ochenteros siendo el complemento perfecto para adentrarnos en la oscura atmósfera de aquellos años. La película está basada en la novela autobiográfica “The Seed and the Sower” de Sir Laurence Van Der Post.

Esta vez no seremos testigos de escenas viscerales ni bombardeos aéreos a pequeñas aldeas situadas en selvas tropicales, la batalla será más personal, más intima, en este caso la lucha que tendrá que lidiar el Capitán Yonoi y su atracción hacia una persona del mismo sexo. No olvidemos que en Japón el tema gay nunca ha sido una dificultad mayor ni algo mal visto, desde siempre ha existido en aquella cultura, el real tormento que tendrá que pasar el Capitán Yonoi es enamorarse de un prisionero que está condenado a la pena capital. La cinta no contiene escenas sexuales ni nada grotesco, está filmada con mucha delicadeza y respeto hacia el tema homosexual, por lo que no sería problema que la puedas ver junto a tu familia, claro, entendiendo que la película no está dirigida a un público infantil, esto no es Toy Story.

Los diálogos que mantendrá el Sargento Gengo Hara (Takeshi Kitano), subalterno del Capitán Yonoi, con el Coronel John Lawrence ya son de antología. Por un lado vemos la frialdad de un ser humano que prácticamente nació para morir en el campo de batalla versus la humanidad, humildad y preocupación que mostrará Lawrence hacia los fatigados y desnutridos prisioneros de guerra. La última conversación que tendrán ambos al final de la película te dejará pesando un buen rato de quienes son las reales víctimas en una guerra que culminó horriblemente.

Con permiso de La Cueva Cultural me tomaré una licencia especial. Debo reconoce con total sinceridad que el único motivo por el cual decidí ver este filme es por la participación que tiene mi director favorito en él, hablo de mi padre adoptivo Takeshi Kitano. Terminé muy complacido no solamente con su actuación, que junto con la de Bowie son lo más destacable en esta área, sino con la película en general. Son de esas viejas producciones ochenteras que ya no volverán, cuando se priorizaba el arte de transmitir emociones al espectador más que causar epilepsia a la retina con tanto CGI que vemos hoy en día.

Feliz Navidad Mr Lawrence trata sobre la diferencia de tradiciones, ritos y culturas, sobre el honor, el amor sin tapujos y la amistad que nace bajo circunstancias adversas en una guerra que no la comenzaron ellos, pero que terminó de la peor manera para cada uno. No es la mejor película bélica de la historia ni tampoco la novena maravilla del mundo, pero es una digna cinta que se aleja bastante del cliché que nos tienen acostumbrados algunas producciones extranjeras en torno a la Segunda Guerra Mundial. Muy emotiva.

 

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