Músico, líder de “Cruzando el Charco”. Se ha convertido en una de las bandas relevantes del momento. Con su nuevo disco “Lo que somos” comienzan a recorrer los escenarios. Fanático del fútbol y la cocina. Entra a La Cueva: Francisco Lago…
¿Cómo comenzaste con la música?
Arranque jugando cuando era chico, a los 3 ó 4 años con un piano de juguete que me regalaron. Empecé a sacar las primeras melodías. Cuando mis viejos vieron el interés por la música me mandaron a institutos para aprender.
¿Qué influencias musicales tenés? ¿Se escuchaba música en tu casa?
Se escuchaba BB King, Jaime Ross, Las Blacanblus, León Gieco, Charly García, Pappo, bastante Rock Nacional. Un poco variado, fue lo primero que fui escuchando.
¿Tu sueño era ser músico o futbolista?
De chico hasta los 14 años estaba a full metido con la pelota. Jugaba en diferentes clubes. Y hasta que arranqué un poco más con la música me decidí y dejé un poco el fútbol.
¿Cómo viviste la incertidumbre del artista? ¿Tuviste otros trabajos?
Durante la adolescencia siempre estuve con la música, pero jamás lo pensé como un medio para vivir. Tuve otros trabajos, en una panadería, relojería, etc. No creía que podía vivir de la música hasta que hace unos 4 años empezó esa incertidumbre de que si me dedico a esto pierdo la seguridad del sueldo fijo y esas cuestiones. Pero consultando con otros colegas, de Guasones, Bersuit Vergarabat y demás, me aconsejaron y me definí por éste camino.
¿Dónde fue tu primer show?
Claro. Fue el 2 de mayo del año 2008 en el Centro Cultural Favero en La Plata. Con una banda que tenía que se llamaba “Enfrascos”. Era un lugar muy bonito en el que entraban 150 personas y fue mi primera vez en un escenario cantando frente a la gente. Tengo un recuerdo hermoso de esa fecha. Los nervios rápidamente se convirtieron en adrenalina y alegría. Estaba toda mi familia apoyándome.
¿Cómo arranca “Cruzando el Charco”?
Nace a partir de la separación de la banda “Enfrascos” que duró de 2007 hasta el 2010. Cuando se desarma ya tenía tres discos grabados y un público que me acompañaba. Tenía canciones y ganas de seguir haciendo música. Así que en el año 2012 me metí en un estudio a grabar un disco con músicos invitados y así se armó “Cruzando el Charco”.
¿Cómo definís a la banda? Si bien parten del rock fusionan muchos géneros
“Cruzando el Charco” es rock libre dónde vale todo. Tratamos de fusionar todos los estilos que nos gusta escuchar y tocar. Siempre con criterio vamos curtiendo varios géneros.
Están estrenando nuevo disco “Lo que somos”. ¿De que se trata? ¿Qué maduración como banda encontraron en este proyecto?
A diferencia de los demás este disco lo grabamos en simultáneo. Tocando todos juntos. Cosa que nunca habíamos hecho porque muestra una cara bien real de la banda. Escuchándolo ves realmente como suena la banda, ya que no hay grabados instrumentos adicionales. En lugar de hacerlo con un solo productor lo hicimos con dos duplas de productores, cuatro en total. Y eso le da una onda diferente.
Por ser de la plata y por la historia que tiene la ciudad con la música y el arte (Redondos, Virus, Peligrosos Gorriones, Guasones y más bandas importantes) ¿Sentís una responsabilidad distinta cuando salís a tocar en la propia ciudad?
No creo que carguemos con el peso de la responsabilidad. Simplemente hacemos lo que nos gusta y si le gusta a la gente, mejor. Que disfruten lo que están escuchando. Pero sentimos el mismo compromiso en todas las ciudades adónde vamos. En cada lugar dejamos lo mejor. La diferencia es que cuando tocamos en La Plata están nuestros amigos y familia que no pueden seguirnos a todos lados. Damos lo mejor en cada escenario.
¿Sentís que con la banda ya se ganaron un lugar en la música? ¿Hay que mantenerlo también no?
Tal cual. Llegás si le metes pilas, tenés suerte y una cuota de talento también. Pero es difícil mantenerlo porque además nacen muchos proyectos nuevos, nuevas opciones para la gente y uno tiene que seguir creciendo, renovarse y estar presente. No es nada fácil pero seguimos con la misma energía para lograrlo.
¿Es un ambiente complicado el de la música?
Hace un tiempo empezamos a lidiar con eso. Por un lado está bueno porque es más organizado, sabés que sacás un disco, hacés una gira de tal manera. Y por otro lado tenés la presión también, porque si pasó un tiempo tocando el mismo disco tenés que sacar otro material. Y ahí arrancás nuevamente a componer, grabar, etc. Es un laburo, como cualquier otro trabajo tiene sus presiones, horarios y fechas a contemplar.
La diferencia importante es que hacés lo que te gusta…
Exacto, cuando uno hace lo que le gusta, y encima le pagan lo vive como si dejara de ser un trabajo, y vive de lo que ama. Igualmente, no deja de ser un trabajo dónde uno tiene que dar siempre el 100%.
¿Cómo compones? ¿Tenés un horario especial? ¿En qué te inspiras?
En cuanto a horarios es cuando va surgiendo. A veces me queda cómodo cuando dejo a mi hijo en la escuela y tengo más tiempo para hacerlo. Los horarios y los momentos se van encontrando en los viajes, en los tiempos libres. La forma particularmente me sale de maneras diferentes. A veces comienzo con una melodía a la cual le pongo una psedo letra, y luego le voy encontrando el fraseo. Y otras, con alguna palabra que dispara una letra.
¿Cada canción es un estado de ánimo?
Tal cual, a veces te das cuenta que escribís siempre con el mismo estado de ánimo. Entonces uno lo intenta cambiar. Es un laburazo (risas)
¿Qué instrumento disfrutas más? ¿Piano, guitarra, ukelele?
Hoy la guitarra, porque es lo que más toco todos los días. Pero toda la vida me gustó más el piano. Es también por espacio porque en mi casa no entra el piano (risas). Lo tengo guardado en lo de mis viejos y hace mucho no lo toco.
En redes sociales algunos te han definido como el rockero de Instagram. ¿Cómo llevas tu relación con las redes y la gente?
Al principio fue bastante difícil porque fui el primero que empezó a subir videos a Instagram. Y no estaba bien visto por la gente del palo del rock. Costó pero encontré en las redes una herramienta súper masiva de difusión y mostré lo que me interesa que es “Cruzando el Charco”. Lo tomo como un trabajo diario ahora.
¿Sentís que ya esperan alguna canción en distintos lugares o con invitados además?
Trato de ir renovando los paisajes, canciones e invitados para que no sea monótono y se vuelva atractivo para la gente.
Además de la música te apasiona la cocina y lo pones de manifiesto en la sección “A fuego”
Hace años me gusta cocinar, si bien no soy profesional de la gastronomía me encanta. Al tener el canal dónde puedo subir mi propio contenido, me pareció bueno mostrarle a la gente, además de canciones, algunas recetas propias. Lo disfruto yo y la gente en general.
¿Qué es más difícil? ¿Ser padre o músico? ¿Cómo te llevas con tu hijo?
Hoy día es más difícil ser padre (risas). Mi hijo tiene casi 10 años y hay que estar muy atento al tema del colegio, lo que mira en Internet, a los amigos que tiene. No es una tarea fácil para nada. Me resulta más difícil ser padre que músico. Comparto con él muchas cosas, vamos a fútbol, lo ayudo con la tarea, jugamos juegos de mesa, a la play, etc. Estamos en el plan, aunque sea complicado, de meterle más a la escuela y menos a los jueguitos…
¿Qué proyectos tenés para este año y lo que viene?
Hace poco presentamos el disco en La Plata y lo que sigue es presentarlo en Capital, Córdoba, Rosario, Santa Fe, Uruguay y las provincias que hacemos cada año. En septiembre sale el video del segundo corte. Vamos a darle con todo a “Lo que somos” y el año que viene veremos cómo arranca.