Por Damian "Puma" Gaspari

18 de marzo de 2021

Músico, artista y fotógrafa profesional. Pieza esencial del rock argentino. Fue parte de Suéter,  Los Twist, y giró muchos años con Charly García. Creó junto a Tito Losavio “Man Ray”. Luego siguió su carrera como solista. Trabajadora incansable y con muchos proyectos por delante. Entra en La Cueva: Hilda Lizarazu…

¿Cómo pasaste este último año de pandemia en lo laboral?

Fue un año muy raro claro. Por suerte hace poco volví a tocar de forma presencial, a hacer shows con protocolos. Eso me llena de alegría porque significa que estoy volviendo a laburar. Toqué en Ushuaia, en unos días sigo tocando en la provincia de Buenos Aires, y la verdad, eso me oxigena. Estamos mucho mejor que el año pasado.

Y es necesario volver a tener contacto con el público para el artista…

Sí, el contacto con el público y tocar. Pero tocar sabiendo que es una presentación. Yo ahora estoy saliendo en formato dúo con mi compañero. En ese sentido se abrió bastante con esta “nueva normalidad”, con distancia, menos gente, pero por lo menos estamos tocando y estoy contenta.

¿Fue muy dura la pandemia para vos?

Lamentablemente la pandemia no terminó. Todavía falta. Estamos atentos a la segunda ola o como le llamen. También esperando la vacunación, luego de que se hayan vacunado los adultos mayores. Yo me agarro de lo que va a hacer y no de lo que fue. Tengo ese espíritu.

¿Tuviste que reinventarte este tiempo? Darle mayor importancia a lo virtual, las redes…

Sí, si bien no es lo mismo, fue una herramienta que nos sirvió a nosotros en esa reinvención. La gente que le gusta escuchar música en vivo lo disfrutó. Igual es mucho más lindo tocar en vivo. Yo hice streaming el año pasado y al principio estaba un poco reacia a hacerlo. El primero que hice lo disfruté mucho a diferencia de lo que yo creía, de mi propio prejuicio. Ojalá que no tenga que hacer otro, prefiero tocar en lugares más chicos.

Te falta el ida y vuelta con la gente…

Falta el ida y vuelta. A parte es más lindo presencial. Aunque claro que fue una salida a la pandemia.

¿Qué cosas hiciste durante el confinamiento fuera de la música que antes no tenías tiempo de hacer?

Leí bastante más. Tuve más tiempo para hacer ejercicios. En la pandemia profunda me mentalicé en hacer todos los días una hora y media de actividad física. Ahora que se aflojó todo tengo que volver a esa rutina para cuidarme más. También cociné más, compartí más con mi hija. Esta bueno también estar más puertas adentro. Hay cosas que estuvieron buenas y otras para nosotros, los músicos, tuvimos que bancarnos el aislamiento.

Hablando de músicos…¿cómo ves el presente del rock argentino? ¿Te gusta alguna banda o artista en particular?

Hay muchas bandas que me gustan. Por ejemplo El mató un policía motorizado, más rockero. Pero la verdad ahora como estoy trabajando temas nuevos  no estoy escuchando mucha música. Y la verdad es que me gusta estar en silencio. Pero claro que hay bandas argentinas que están bárbaras. Otra es Eruca Sativa. Hay un montón de mujeres que están armando cosas, y está buenísimo porque lentamente la cierta inequidad que existe se está equiparando.

Además es bueno escuchar de todo, no encasillarse en un género…

Para nada, totalmente es bueno escuchar de todo. Disfruto de la música desde el trap hasta el rock argentino más progresivo, el folclore, realmente celebro todo.

 

Hablabas de la nueva camada de mujeres en el rock argentino…¿Sentís que vos fuiste un poco referente? Por el animarse además…

No me creo tanto referencia sonora. No sé si las nuevas chicas escuchan a las generaciones anteriores, creería que sí. Pero bien como decís, en animarse en la fuerza que una tiene que tener para laburar hacia delante lo que tiene que ver con las canciones y la música popular. Es una necesidad de expresión que yo vivo como trabajo. A mi me representa, sí me veo como referente de una mujer trabajadora. Y espero que sea así por mucho tiempo…

Tenés mucho todavía por recorrer…

Creo que sí, mientras mi espíritu lo necesite. Lo voy a seguir haciendo

¿Cómo y cuándo fue tu primer contacto con la música?

Creo que en primer grado en la escuela. Me encontré fortuitamente con una guitarra criolla, un instrumento que hoy en día me sigue acompañando. Tuvo que ver con una maestra de música que vio como me abalancé hacia la guitarra intentando sacarle sonidos. Mi primer acercamiento fue primero por escuchar y luego acercarme a algo que reproduzca el sonido. Y eso fue a los 6 años.

¿Y qué fue lo primero que escuchaste en tu casa?

Lo primero fue folclore. Después The Beatles porque mi vieja ya había empezado a escuchar música en otro idioma. Y después apareció el rock argentino con Sui Géneris. Ya estamos hablando de los 10 años casi. Porque eran canciones que para mi eran fáciles de cantar y tocarlas por la cercanía.

¿Y de ahí a dedicarte a la música cómo se fue dando?

La verdad es que no había proyectado una carrera con la música. Se fue dando de forma empírica y con placer. También por conocer a los 17 años a otros músicos. Comencé con armonías vocales, me animé, y ahora también me sigo animando.

Animarse es importante…

Animarse viene de ánima, es una palabra tan spinettiana

Escuchabas a Sui Géneris y años más tarde terminaste trabajando con Charly García…¿fue el sueño del pibe?

Es tal cual lo decís. Ni siquiera hubo un acercamiento donde yo pensara que iba a tocar con él. Se cruzaron las presencias, los amigos. Ni siquiera estaba en el camino de la música profesional. Yo tocaba de lado, yo sacaba fotos de músicos en la revista “Humor”. Toda esa parte mía profesional que duró poco. Los conocí por la fotografía y terminé siendo parte de esa “ola”.

¿En cuánto te sirvió el arte de la fotografía en la música?

Me sirvió para recordar imágenes que luego quise retransmitir en canciones. Y lo sigo haciendo. Está todo relacionado con la poética. Uno puede vivir una vida de poeta, por ejemplo Luis Alberto Spinetta era poeta desde los 7 años. El don de cada uno está y la cuestión es hallarlo. A mi la fotografía me da la capacidad de ver, tal vez con mayor profundidad una mirada más llana. Creo que es así, tal vez me equivoco. En eso sí suma la observación. Me da una mirada integral que me sirve para expresar después en una canción.

O de inspiración para componer…

A mi me dispara la naturaleza. Me gusta ponerle instrumentos orgánicos a las canciones. Ahora estoy por sacar una canción que se llama “Benteveo”. Es simplemente una emoción puesta en ese pájaro, no te lo puedo explicar de otra forma. Es un amor a la naturaleza.

¿Qué proyectos hay para este año?

Tengo tres shows por delante. Estoy viajando a Pila, provincia de Buenos Aires. Después me voy a Maipú. Tengo que grabar las baterías de lo que va a ser mi próximo disco que se va a llamar “Antigua”. Así que estoy tocando mi repertorio y grabando mi disco. Tengo muchos proyectos y estoy feliz.

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