Por Damián Zárate

24 de noviembre de 2021

Fotos @Chrisbeliera

Músico, cantante, compositor e ilustrador. Desde niño descubrió su amor por cantar. Recorrió el mundo gracias a la música. Con una carrera de más de 50 años llega el viernes 26 de noviembre al Teatro Coliseo Podestá. Entra en La Cueva: Jairo…

Aprovechaste este tiempo para hacer muchas cosas además de la música. ¿Estás escribiendo un libro?

Estoy escribiendo un libro, está casi terminado. Seguramente lo pueda editar el año que viene.  Es una autobiografía muy amplia, bastante grande. Mientras escribo, al seguir en actividad permanentemente, siempre pasan cosas, y no se termina nunca el libro (risas). Mientras tanto sigo revisando cosas.

¿Cómo pensaste la autobiografía? ¿De manera cronológica o con disparadores según momentos trascendentes?

Es un libro escrito de manera cronológica. Es interesante, aunque deja un poco al desnudo mis limitaciones también, porque es difícil. Al no ser un escritor tengo la tendencia a escribir cosas sueltas, y esto lleva un trabajo aplicado. Deja en evidencia la falta de audacia, trato de no adjetivar demasiado. La verdad estoy muy contento con el resultado.

¿Cómo te sentís con el papel de escritor? ¿Siempre leíste mucho en tu vida?

La verdad que es apasionante, nunca pensé que me iba a enganchar tanto escribiendo. Ahora escribo mucho gracias a eso. Y siempre he leído mucho, para mi la lectura es importantísima desde hace muchos años. Empecé a leer con frecuencia y con cierta disciplina a finales de la adolescencia y no dejé de hacerlo nunca más. Me apasionan las librerías, buscar libros, descubrir autores, me interesé mucho con la literatura latinoamericana.

El viernes 26 tocás en La Plata en el Teatro Coliseo Podestá. ¿Es especial tocar en la ciudad y en esa sala histórica?

Uno intenta siempre hacer lo mejor en cualquier lado. Pero hay algunos sitios que son mágicos, por su historia, su trascendencia, y el Coliseo Podestá tiene ese algo especial porque es un teatro creado por artistas. Uno se dispone de otra manera, casi siempre que fui a La Plata toqué en ese teatro y he tenido experiencias extraordinarias.

¿Recordás la primera vez que tocaste en La Plata?

Fue hace un montón de años, no recuerdo con exactitud. Pero fue antes de las refacciones históricas del teatro Coliseo. Lo he conocido de las dos maneras y es un lugar mágico. Y recuerdo que la última vez que toqué ahí, vinieron a verme amigos de Cruz del Eje, mi lugar de nacimiento.

¿Hace mucho no vas a Cruz del Eje?

Al único lugar que fui durante la pandemia, en una de las pequeñas aperturas de circulación que hubo, fue a Cruz del Eje. Necesitaba salir, respirar otro aire, un aire con mucho afecto y cariño, y mis amigos me fueron a buscar, me encerraron y cuidaron (risas).

¿Lo necesitabas más en tiempos de pandemia no?

La pandemia golpeó muy fuerte por el lado de la angustia, de los contactos con los familiares. Todos, a su manera o magnitud, la hemos sufrido. Para mi ahora volver a cantar es volver a vivir. Si un médico me hubiera recetado algo para dejar de lado la angustia, en la receta me hubiera puesto “escenario tres veces por semana” (risas).

 

¿Cuánto tiempo sin subirte al escenario?

Fue un año y medio sin escenarios. Todo el tiempo que estuvieron cerrados los teatros por los protocolos de la pandemia. Y esta gira que estoy haciendo quedó pendiente del año pasado, la última vez que había tocado fue en el Teatro Colón con una orquesta sinfónica, algo maravilloso pero quedó solo en eso durante el 2020. Diez días después se declaró la pandemia. Ahora retomamos la gira para celebrar los 50 años de música.

¿Cómo hiciste para seleccionar las canciones en 50 años de música? ¿Es bravo eso?

No es bravo…es imposible (risas). Imaginate en 50 años se va acumulando repertorio. Es una carrera continua que se desarrolló con mucha fluidez en cuanto a grabaciones de discos. Hemos tenido que elegir con la producción, canciones que de alguna manera me han marcado la trayectoria. Canciones bisagras dentro de mi carrera, algunas que me permitieron cantar en otros países, detalles muy personales que fueron importantes para mi. La idea es que el show tenga una coherencia para montar un espectáculo de esta manera.

¿Tenés en la cabeza la primera fotografía mental que te unió a la música?

Cuando era niño empecé a cantar en la escuela. Pasa mucho en la escuela con el canto, el dibujo, son cosas que detectan generalmente las maestras en la primaria. Ahí empecé yo, me gustaba mucho cuando iba un cantante también a tocar, yo tenía 7 u 8 años, me sentaba en el piso delante del escenario y los miraba cantar. Todo eso me deslumbraba, pero no soñaba con hacerlo, porque no sabía que podía cantar.

¿Te diste cuenta cuándo podías cantar?

Me pasó en casa, mi padre estaba remodelando, la estaba construyendo él mismo, y dejó una habitación que cuando yo cantaba en la escuela y practicaba, me iba a esa habitación a hacerlo por la sonoridad, el espacio vacío me hizo descubrir el sonido de mi voz. Fue un punto de inicio muy importante para mi deseo de cantar, descubrir mi voz y desde ahí no dejé de cantar nunca.

¿Pero lo descubrieron primero en la escuela que en tu casa?

Sí, fue en un acto escolar de fin de curso. La obra era sobre un pintor que tenía falta de inspiración, había personajes en el escenario que eran como cuadros, entonces el pintor se quedaba dormido triste porque no podía pintar, y los personajes de los cuadros tomaban vida y cantaban para él. A mi me seleccionaron no para cantar, sino para ser de pintor, y mi compañero que tenía que cantar se enfermó, y la maestra me pidió si podía hacerlo yo. Yo cantaba en el coro y le dije que sí pero con mucho miedo. Fue tanto el miedo que tenía que no me acuerdo si canté o no canté, pero todos me felicitaron después y cuando caminaba por el barrio decían “mirá ahí va el chiquitito que canta” (risas).

¿Y tu familia cómo acompañó tu desarrollo con la música?

En mi familia no había ningún artista, a ellos le gustó mucho, se entusiasmaban, me alentaron siempre y fue clave para mi. Mis padres nunca se involucraron en mi carrera, mi padre nunca fue mi representante, por ejemplo. Simplemente confiaron en mi, en mi instinto, en lo que podía hacer. Tuve suerte también porque de canal 12 de Córdoba ganaron un Martín Fierro y en la ceremonia en Buenos Aires me llevaron a cantar y conseguí un contrato con canal 13 por un año. Yo tenía 14 años y convencí a mis padres diciéndole que iba a estudiar, y llegué a Buenos Aires con una profesora de canto y una escuela de arte para seguir estudiando.

¿Además de la música que te apasiona?

La pintura. Es una pasión que se ha desarrollado en forma paralela a la música, pinto y dibujo mucho.

¿El pintor nunca le ganó al músico?

Antes de irme a vivir a España hace muchos años trabajaba como ilustrador para dos agencias de publicidad y para una compañía de discos. Era freelance, trabajaba desde mi casa. Tenía 19 años pero después empecé a grabar discos en España y pasó el tren para siempre.

 

Entrevista en Radio Universidad de La Plata

 

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