Por Damián Zárate
27 de octubre de 2020
Humorista, actor. Con 46 años de carrera sigue vigente. Entró al mundo del espectáculo por el humor, pero siempre la actuación fue su mundo. Monologuista, animador de fiestas. Su sueño era ser cantante. La consagración le llegó con la película “El Secreto de sus Ojos”, ganadora de un Oscar. Hace cine, teatro y TV. Entra en La Cueva: José Luis Gioia…
¿Qué compañía encontraste en el confinamiento? Miraste más series, leíste más…¿cómo pasaste el tiempo en casa?
He leído muy poco. Si miré muchas series y películas. Yo vivo solo, entonces trato de pasarla de la mejor forma posible. He tenido muy poco contacto, con amigos o la familia, pero lo pasé bien.
Al estar solo te relacionaste constantemente con vos…
Absolutamente. No dejo de interiorizar, de mirarme hacia dentro, de pensar. Y cada tanto de transmitir lo que me pasa, de todo lo que voy viviendo, a mis seres más cercanos, queridos. Pero eso es un estudio de uno mismo, claro que estos tiempos uno ve todo de otra manera.
¿Que tenía el 2020 que tuviste que posponer desde lo profesional?
En marzo tenía dos películas que se estrenaban. Una era “Hoy se arregla el mundo” con Leo Sbaraglia, y otra “La Panelista” con Soledad Silveyra. Y en el momento que llegó la pandemia estaba haciendo microteatro. Una obra muy linda que se llama “Escuela de reidores”, y fue una lástima que se tuvo que suspender porque no estaba en mi lista de prioridades hacer teatro pero como era tan linda la obra dije sí rotundamente. Duró solo dos semanas pero fue maravilloso.
¿Con las redes sociales y el streaming cómo te llevas? Ahora muchos artistas trabajan de esta forma
Yo no he hecho streaming. Sí he dado algunas entrevistas por Skype. Yo estoy dispuesto a la comunicación y a hacerlo si se dan algunas condiciones. No hay mucho para hablar porque todos tenemos el mismo tema dentro que es la cuarentena, la pandemia.
En estos tiempos CINE.AR fue una compañía para la gente…
Hay producciones maravillosas claro. Con buenas direcciones, buen libro, buena fotografía. Yo tuve ahí “La Guarida del Lobo” una película con Gastón Pauls. Es maravillosa.
¿Cómo llegás por medio del humor a otras ramas del arte? ¿Te acordás cómo comenzaste?
Vos podés estudiar para ser comediante o ser artista. Pero para hacer humor, y estar parado una hora o más frente al público, naciste o no naciste. No podés estudiar ser monologuista. Yo tuve suerte porque fue una continuidad de mi vida. Yo siempre fui así, desde el colegio, en reuniones con amigos. De chico actuaba en festivales del secundario.
Y así llegaste a 46 años de carrera…
Claro! Y sabés lo que cuesta mantenerse en esta profesión, yo cuando cumplí 30 años pensaba que nadie se mataba por ir a mis shows, me iba bien, era reconocido pero no desbordaba la gente para verme. Y Chiche Gelblung me dijo “¿sabés lo difícil que es estar un año en esto y vos llevás 30?”
¿Te arrepentís de algo en tu carrera?
Me arrepiento de no haber sido un tipo dedicado a mi carrera. Porque jamás golpeé puertas para pedir nada.
¿Sentías que lo hacías bien tu laburo y te daba de comer?
Siempre trabajé de lo que quise por suerte. Soy muy vago, si me hubiese dedicado más tal vez tendría más reconocimiento o más cosas. Pero siempre supe que lo hacía para ganarme la vida. Por ejemplo yo toco guitarra y hago percusión, pero me tendría que haber dedicado a estudiar todo eso, algo que me complemente. Siempre confíe en lo mío que tenía innato. Nunca escribí ni estudié.
Te fue bien y hacés la autocrítica que tendrías que haber estudiado más…
Totalmente si lo que me sobraba era tiempo. Y no lo he hecho. Y me da mucha bronca haber sido tan cómodo, tan vago, tan haragán. Y me fue bien en la vida porque estuve demasiado cómodo. Pero podría haber hecho cien cosas más. Por ejemplo me quedó pendiente hacer comedia musical, es algo que me fascina, me gusta cantar, bailar. Yo actué el humor toda la vida.
¿Cuando apareció algo más allá del humor? ¿Cuándo apareció ese desafío?
Toda la vida necesité actuar. A mi me encanta el drama. Generalmente al humorista le va bien el drama y al dramaturgo le cuesta más la comedia. Los tiempos de la comedia son distintos, el remate tiene que ser justo. Siempre quise hacer drama y lo que me abrió la puerta fue hacer la película “El secreto de sus ojos”. Ahí la gente me redescubrió a los 57 años (risas)
¿Si no hubieras sido artista y humorista que te hubiera gustado ser?
De chico quería ser Ingeniero Agrónomo. Y cuando comencé con la actuación me hubiera gustado haber sido cantante. Incluso a los 16 años participé en un grupo folclórico en Mar del Plata que se llamaba “Las luminarias del mar”. El primer tema que canté con ese grupo era “Recuerdos salteños”, una samba preciosa.
¿Y tuviste muchos trabajos antes?
Trabajé de todo…en una peluquería barría el pelo de la gente, fui Caddy en un campo de golf, no sabía nada del deporte, pero trabajaba por propinas y por unos sándwiches de jamón cocido, queso y pan francés que daban en el hoyo 9 (risas). Y también fui colectivero en Mar del Plata, y me bajaba del colectivo y me iba a trabajar al café concert. No me puedo quejar hice de todo y agradezco a la vida que me ha dado tanto.
Tenés una voz particular…¿Qué relación tuviste en tu vida con la radio?
Me han ofrecido trabajar en radio un verano. Trabaje con Franco Bagnatto y Rodolfo Cascini en Mar del Plata. Amo la radio, pero he trabajado poco. La magia de la radio es maravillosa, despierta la imaginación.
¿Qué momento frontera, clave, tuviste en tu vida que te cambió para siempre?
Cuando hice “El Secreto de sus Ojos” fue un momento frontera. Fue todo tan vertiginoso en mi vida que no pienso mucho en otros momentos. Es difícil elegir uno solo.
Entrevista Programa “La Frontera” AM1390 Radio Universidad Nacional de La Plata
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