Por Damián "Puma" Gaspari
4 de agosto de 2020
En Buenos Aires se enamoró de la música. A los 17 años ya tocaba en los circuitos de bares de Madrid con otros artistas. A los 19 hacía giras. Tocó con Def con Dos, La Cabra Mecánica, Tequila, Coti y muchos más. Hace años es parte de la banda de Andrés Calamaro con la que graba discos y recorre el mundo. Con dos discos propios bajo el brazo y a punto de lanzar el tercero hoy da clases online de guitarra y ha montado su propio estudio de grabación. Entra en La Cueva: Julián Kanevsky...
¿Cómo estás viviendo en lo personal y laboral el aislamiento social por la pandemia?
Fue un golpe para todas las áreas. Sufro la falta de trabajo al igual que todos. Muchos rubros están destrozados, no es algo exclusivo de los artistas
Es un golpe muy fuerte a la economía general, pero a los músicos los afectó...
Muchísimo, no hay ninguna duda. Yo tenía cuatro shows y se bajaron todos. Ahora en España, al aire libre y con distanciamiento social algunos están haciendo. Pero en lugares dónde hay un buen presupuesto, ya que los lugares cerrados sólo pueden tener un 30 % de aforo, con eso no podés pagar nada.
Además es muy triste ver un show de esa manera, con poco público, todos sentados...
Es más, ni siquiera ves si el público está sonriendo ya que tienen que estar con barbijo. Es un delirio. Pero insisto no me gusta ponerme en víctima porque veo mucha gente que la está pasando muy mal.
Hay gente que no tiene para llevar comida a su casa es verdad...
Claro! Totalmente. Nosotros los músicos estamos quemando nuestros ahorros, lo poco que tenemos y aprovechando para hacer otras cosas.
¿Qué cosas estás haciendo ahora que antes por las giras te costaba más hacer sin tiempo?
Ahora por ejemplo estoy estudiando mucho y aprovechando a terminar mi nuevo disco. Estoy dedicándome el tiempo a mi mismo. Estudio, compongo. Mucha gente aprovecha a hacer abdominales o ejercicios y se terminan lesionando en sus casas (risas)
Muchos músicos se volcaron de lleno a las redes sociales para mostrar lo que están haciendo. ¿Cómo lo ves eso?
Lo veo lógico. El artista tiene que enseñar su obra. Es ley de vida, y hoy es el único medio. Yo ahora estoy dando clases online, haciendo grabaciones en casa. Gracias a internet podemos hacer eso. Cualquier artista tiene que mostrar su obra, es el fin del arte. No tiene sentido guardarla para uno mismo.
¿Por qué elegiste ser músico? ¿Cómo comenzaste?
No lo decidí. De chico probé muchas cosas. Hice teatro, jugué al voley. Y un día agarré la guitarra y me gustó. No fue una búsqueda sino que me encontré con eso.
¿Algún familiar era artista?
Cero. Por parte materna, mi abuela era escultora y mi tío artesano. Pero ninguno fue músico. Eran todos estudiantes universitarios, alguno catedráticos y yo ni siquiera terminé la secundaria (risas)
No hubo mandato familiar de intentar seguir una carrera universitaria. Agarraste la guitarra ¿y cómo fue a partir de ahí?
Ellos estaban encantados, el problema fue dejar la secundaria por la guitarra (risas). Por suerte yo le dediqué mucho tiempo y energía a la música cuando era chico. Entonces empecé a laburar muy joven, ya a los 17 años era guitarrista profesional. Y a los 19 años ya hacía giras por España. Siempre estuve muy centrado por ese lado. A la secundaria no le di bola pero me metí de cabeza en la música.
¿Se escuchaba música en tu casa cuando eras chico?
Todo el día. Mi viejo cazaba canciones en la radio con el cassette. Había muchos vinilos de Creedence, The Beatles, Les Luthiers, etc. Mi viejo era un melómano.
¿Y recordás cuál fue tu primer disco?
El primero que me regalaron fue "Parte de la Religión" de Charly García. Y el primero que compré creo que fue "Thriller" de Michael Jackson.
¿Y cuándo fue que viajaste a Europa a vivir y luego a trabajar?
Yo me fui en los 90 con mis viejos a Madrid. Ya hacía música en Argentina. Y en Madrid empezaron los primeros laburos porque frecuentaba unos lugares que eran salas de ensayo, con conciertos. Unos lugares increíbles dónde prácticamente vivía ahí.
Fue un furor en los 90 la explosión del rock español...
Pasa que había muchos bares dónde se podía tocar. Luego con el tiempo, comenzaron a llegar gobiernos más de derecha, que pedían más permisos y restricciones. Muchos fueron cerrando. Se acabó la escena de conciertos en Madrid. Era espectacular, yo tocaba todos los dias.
¿Y por esos años conociste a Alejo Stivel de Tequila?
A Alejo lo conocí en 1993. Él era productor del primer grupo con el que trabajé que se llamaba "Los Lunes". Yo era muy chico.
¿Y ahí comienza el despegue en tu carrera no?
Mi primer laburo importante fue desde 1995 al 2000 con el grupo "Def con Dos".
¿Ahí compartiste con José "El Niño" Bruno en Batería y Candy Caramelo en bajo?
Claro! Con "El Niño" Bruno nos hicimos muy amigos. Él se fue con Calamaro, y yo me fui a "La Cabra Mecánica". Después volvió y coincidimos nuevante. Y luego nos fuimos los dos con Calamaro. Candy también, claro.
Coincidiste con ellos en muchos trabajos...
Claro, también el disco de Candy. O en mis discos. Coincidimos mucho con ellos porque musicalmente los admiro. Nos entendemos muy bien cuando tocamos.
¿Es esencial llevarse bien arriba y abajo del escenario?
Las dos cosas. Poder charlar abajo y arriba tener los mismos gustos musicales.
Luego de tanto recorrido con varias bandas llegó la experiencia con Andrés Calamaro. ¿Cómo es tocar con él?
Es como jugar en el Barcelona (risas). Es alucinante, no podés esperar nada mejor de la música. Sobre todo tocar temas tan hermosos, trabajar con gente divina, no podés pedir más.
¿Cómo fue la última gira con Calamaro de su disco "Cargar la Suerte"?
Fue increíble. Y terminó abruptamente por el virus en marzo, cuando tocamos en México. Teníamos planeado ir a Europa y todo quedó suspendido para el año que viene, teóricamente.
¿Qué aprendiste de cada músico con el que tocaste?
Con "El Niño" Bruno aprendí cómo es llevar el tempo, interpretarlo. Con Candy la elegancia, el buen gusto, el saber estar en un escenario y tocar perfecto. De "El Twanguero" (Diego García) no te puedo decir nada, es uno de mis ídolos. De Calamaro, aprendí a cantar, yo no cantaba antes.
Con Andrés Calamaro te animaste a cantar entonces...
No me animé, él me dijo "acá se canta, te guste o no" (risas). Y así aprendés. Lo bueno de Andrés es que tocás desde cumbia hasta heavy metal, pasando por blues, rancheras, tango, country. Para un músico es lo más.
¿En esa fusión de géneros se puede ver la madurez de un artista también no?
Es que Andrés siempre fue un tipo muy abierto, con tan poco prejuicios musicales que puede salir cualquier cosa. Además maneja un repertorio muy bueno. Tocando tantos géneros reforzás tu estilo.
¿Recordás alguna anécdota de las giras con Calamaro?
Me acuerdo en una gala en un teatro en México. Estábamos haciendo un especial para TV con otros artistas, estaba Diego El Cigala y otros músicos mexicanos. Era una gala muy seria. En un momento había que hacer un silencio total porque hablaba el presentador, y Andrés tenía colgada la viola con el inalámbrico, y de repente abría el volumen y lo cerraba. Se escuchaba un ruido tremendo. Todos miraban desesperados para ver que pasaba. Lo hizo varias veces y me miraba de manera cómplice con una sonrisa. Es muy travieso, es un niño (risas)
Hablando de músicos importantes también fuiste parte de Tequila con Alejo Stivel y Ariel Rot. ¿Cómo fue esa experiencia?
Con Alejo somos amigos hace casi 30 años, y con Ariel no había trabajado nunca pero me encantó. Es rock and roll. En la época que ellos comienzan con esa música, en Argentina no se escuchaba algo así. Lo pasé re bien. Pasa que cuando Andrés sacó su disco tuve que dejarlos.
¿Otro músico con el que tocaste fue Coti Sorokin?
Sí toqué con él. Muy bien estuvo eso. Y también con su hermano, Matías, en su banda Legüero. Me encanta es de lo que más me gusta en éste momento del rock argentino. Tuve la suerte en grabar con él sus dos discos. Es súper recomendable.
¿Te sirvió cada concierto que tocaste para aprender de otros artistas y viceversa?
Por supuesto. Es un feedback que se da. Es comunicación. Vos crecés con la banda que tenés, te hacés mejor músico si tenés buenos músicos alrededor. Aprendí muchísimo de todos. Además si sos artista tenés que entender que hay que estar dispuesto a aprender hasta que te mueras. Los músicos estamos toda la vida aprendiendo. Así como si hay uno que toca mal se va a escuchar a ése sólo (risas)
¿Te pasó eso alguna vez que hubo un músico que tocaba muy mal?
A todos nos pasó (risas). Pero no es lo esencial.
En qué momento, luego de tocar tanto con otros músicos ¿es que te dan ganas de hacer tu propio disco?
Mi primer disco lo hice en 2007. En 2017 hice el segundo, y ahora estoy haciendo el tercero. Así que ya cuento con experiencia. Está muy bueno porque es otra parte de la música, el tener que trabajarlo, componer.
¿Hay algún momento especial del día dónde componés?
Hay de todo. A veces viene la inspiración pero también hay que trabajar, sentarse, poner el culo en la silla y escribir. Es un poco las dos cosas. La música no es sólo inspiración, también es mucho trabajo. Y otra manera de inspirarte es tocar temas de otros artistas.
¿Qué tocás de otros artistas?
Ahora estoy estudiando mucho bluegrass, que es el country más antiguo, más folclórico, de los inmigrantes irlandeses que llegaban a Estados Unidos. Es todo con guitarra acústica, bastante ortodoxo. Estoy muy encantado con eso ahora.
¿Qué guitarristas admirás o escuchás?
Jeff Beck es Dios para mi. David Lebón en la época de Serú Girán fue increíble también por ejemplo. Gustavo Cerati justo antes de morir estaba tocando tremendamente. Me gusta recordar etapas de los músicos.
¿Tienen su época dorada los músicos al igual que los futbolistas?
Pasa que los futbolistas tienen una carrera muy corta. Un músico si se cuida toda la vida, puede tener una carrera increíblemente productiva. Por ejemplo BB King hasta que murió estuvo tocando y haciendo giras. Puede ser una vida muy larga la de un artista.
¿Keith Richards sería el contra ejemplo de eso?
La genética es caprichosa. Pasa lo mismo con Ozzy Osbourne que le hicieron estudios de porqué no se muere (risas). Creo que Keith Richards al lado de Ozzy Osbourne es una monja (risas). A veces en eso, la vida te sonríe.
Si un músico se cuida puede tener una larga vida de prosperidad...
Cualquier artista. No hace falta ser un drogón para tener éxito o para inspirarse. Puede ser una época pero nada más.
¿Qué sueños cumpliste gracias a la música y cuál te gustaría cumplir?
Con la música creo que cumplí casi todos. Hice giras divinas con grandes artistas, saqué mis propios discos. Me gustaría tocar con algún artista de country norteamericano.
¿Pensaste en irte a Estados Unidos a probar suerte para tocar con músicos de allí?
Realmente no me gusta nada cómo se vive en Estados Unidos. No podría vivir en una sociedad con gente que vota a Trump por ejemplo. Además en Madrid vivo muy bien. Soy feliz acá.
¿Es difícil vivir en un país con la ideología de Trump?
Yo no quiero vivir en un país con gente que lo vota y piensa como él. Hay miles de Trump en el mundo, pero que la gente lo vote me parece despreciable.
Hablabas de artistas de country con los que te gustaría tocar ¿Quiénes serían?
Sheryl Crow me encanta. También Alan Jackson, que es menos conocido acá, pero en Estados Unidos ha hecho grandes discos. Me gusta mucho tocar ése estilo de chico.
En Argentina no se escucha mucho country...
Hay mucho prejuicio con esa música yankee. Sin embargo con el blues, con la música negra hay más aceptación. En Argentina se ve al country como la música del canchero, del yankee nacionalista, me da esa impresión. Pero musicalmente es súper rico el country.
¿Cómo venís con tu último disco?
Ya lo terminé, sólo tengo que mezclarlo. Estoy esperando a los técnicos y músicos para hacerlo. Con calma, pero está quedando muy lindo.
¿Con esta nueva normalidad cómo pensás que van a seguir los artistas?
La verdad es que no sé. Yo desde que llegué de México no toqué. Tengo amigos que están haciendo algunos shows. Quién te diga que sabe algo es mentira. Nadie sabe que va a pasar.
¿Para el año que viene si se puede quedaría la gira con Andrés Calamaro?
Esperemos que sí.
¿También estás dando clases de guitarra online no?
Sí! A full con eso. Online es el laburo perfecto. También hago grabaciones desde casa. Me armé un estudio y grabo para mucha gente. Está muy bueno
¿Cómo venís con los alumnos?
De a poco voy teniendo algunos por suerte. Hay que explotar ahora todo lo que va online.
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