Por Santiago Patiño

Son las 19 en punto en Sarmiento entre Tomás de Anchorena y Jean Jaures, barrio porteño de Almagro. Las puertas del Centro Cultural Konex, o “Ciudad Konex” como lo llaman desde hace un tiempo, abrieron para el ingreso de los asistentes. Hoy toca La Vela Puerca.

La gente que hacía una larga fila, la cual daba la vuelta por Anchorena para presenciar el show, comienza a entrar al Konex. Pareciera que fuese automático, todos y todas fueron a hacer la fila para comprar una cerveza, y tal vez algo de comer. Cabe destacar también que, en los costados del predio, se encontraban niños y jóvenes de unos 13 o 14 años, que compartían la jornada con sus padres.

Con “birra” en mano, los presentes colman el Konex.

Con la noche caída por completo, algunas estrellas se logran visualizar y 27 grados, La Vela Puerca salió al escenario con el canto de la gente: “Vamos la Vela de mi corazón”.
Luces apagadas, rojas de frente al escenario, ya suena “Atala”, dando así comienzo al show.

Se ven, como de costumbre, algunas banderas de las localidades donde provienen los fanáticos, acompañados del primer pogo de la noche.
“La nube”, “Casi todo” y “Sanar” son las encargadas de continuar “la fiesta”, como los integrantes de La Vela le dicen.

Sebastián “El Enano” Teysera, en la voz, Nicolás Mandril Lieutier; en el bajo Sebastián Cebolla Cebreiro; en los coros, José Pepe Canedo; en la batería, Rafael Di Bello, en la guitarra principal, Santiago Butler; en la segunda guitarra y Carlos Coli Quijano y Alejandro Piccone, en trompeta y saxofón, son los encargados de brindar para sus fans, el mejor show que hayan visto de la banda.

 

La locura, la sensación de felicidad y las ganas de saltar que transmite la banda uruguaya no para. “Luego puse quinta y apreté los dientes”, se corea mientras tocan “Cada palabra”, del disco “Piel y Hueso”.

En un clima un tanto más tranquilo, pero con el grito y el canto de los presentes, la Vela interpreta “Un Frasco”, del disco más aclamado de la banda: “A Contra Luz”.
La banda continúa su show con “La madeja”, “Polidoro”, “Mi diablo”, corte de su último disco, “Destilar”, y “La sin razón”. Sin la necesidad de que “El Enano” lo pida, tan solo un riff de Di Bello hace que los cientos de fanáticos del grupo charrúa no paren de saltar y de emocionarse.

Nuevamente en un clima más tranquilo, Teysera interpreta un single acústico que él fabrico cómo solista: “Hoy”. Con la emoción de todo el Konex, el escenario solo ocupado por “El Enano”, y una única luz que lo apuntaba, hacen de esta noche, una velada soñada para todos los presentes.

Sin ser acústico, pero como un clima aún de calma, “Dice” y “Canción para uno”, son los éxitos encargados de continuar el show.

 

Ahora sí, a saltar otra vez. El público está eufórico. Gritos, saltos, palmas, todo eso junto mientras la Vela interpreta “Atar”, de “Piel y Hueso”.
Con la potencia de la batería de Pepe Canedo, “Potosí” y “Todo el karma” son las elegidas para proseguir la noche.

Al finalizar este último tema, la gente siente que algo se avecina, algo que es muy familiar pero dudan de su presencia hasta el momento en que aparece. Pero están en lo cierto: Butler, en su guitarra, comienza a tocar los primeros acordes de “Va a Escampar”. Y llegó aquí el momento en que no solo cantaron y saltaron quienes estaban dentro del Konex, sino también quienes pasaban por afuera.

Ya corren algunas lágrimas en las mejillas de los fanáticos presentes. Pero como si esto fuera poco, con el acompañamiento de los vientos de Quijano y “Piccone, los uruguayos dan lugar a sus éxitos “Zafar” y “Clarobscuro”, de los cuales también, nadie se queda sin cantar.
Cuando todo está más que hecho, y con un público satisfecho con el show que su banda favorita había dado, La Vela Puerca toca y entona “Llenos de Magia”, dando lugar al último pogo de la noche.

Muchos se arriesgan a decir que este grupo suena mejor en vivo que en el estudio. Y es que, por lo menos en esta noche, no se logró identificar ni un solo error en show de la banda.
De esta manera, con gritos, abrazos, cantos, mensajes de paz, de no acudir a la violencia, y disfrutar de la música y el show, se cierra una noche que quedara en el recuerdo de todos los presentes en la jornada.