Por Damián "Puma" Gaspari

17 de marzo de 2021

Músico, cantante y productor. Uno de los artistas más sensibles y destacados de la escena nacional en la última década. El sábado 19 de marzo llega a La Plata para mostrar su “Set 1” en el Teatro Coliseo Podestá. Entra en La Cueva: Lisandro Aristimuño…

Volves a tocar después de todo lo que sucedió con la pandemia…parece que pasó mucho tiempo y no es tan así…

Por suerte se fue abriendo todo y llegó el trabajo que era algo que necesitaba muchísimo. Creo que todos los músicos lo necesitaban mucho. No sólo por lo económico sino también por lo sentimental. Uno vive de esto pero también lo ama, agradezco mi oficio y poder vivir de lo que amo y lo que me gusta hacer. Es un regalo y lo aprecio mucho.

Y volver a reencontrarse con la gente…

El hecho de volver a ver público, a ver las caras qué sienten cuando escuchan las canciones o compartir y cantar juntos, es algo que a veces la vida, te tiene que poner estas cosas en el camino para ver realmente lo que significa la música. Lo que significa compartir música y disfrutarla con la gente.

¿Es necesario para ustedes los músicos pero también para la gente no?

Totalmente sí. Me refería a eso también porque yo pude volver a ver shows y lo siento así. Por suerte todo empezó a moverse y podemos expresarnos, y compartir esa expresión con la gente que tanto extrañé.

Llegas el 19 de marzo a La Plata al teatro Coliseo Podestá. ¿Qué show esperamos?

Vengo con el show “Set 1” que surgió a raíz de la pandemia. El hecho de no poder ensayar con la banda por lo que sucedía con el virus, empecé a ir al estudio solo. Me iba a hacer algo porque estaba muy difícil sino (risas). Había perdido el training e iba a tocar, no quería estancarme. Me puse la obligación de ir todos los días a la mañana, lo hice como una rutina para no perder la voz, entrenar los dedos para tocar la guitarra. Para no perder el ejercicio, y ese ejercicio, lo hice para mi y para mi alma. Estaba rodeado de máquinas e instrumentos. Hasta que un día entró mi manager, Valentín, y me dijo “esto es un show” suena increíble.

Un show que surgió de la nada…

Es una manera de volver al origen. Yo arranqué así, con mi guitarra solo. La pandemia revolvió muchas cosas, y voy a hacer un repertorio de todos los discos, y las versiones son diferentes porque en vivo me gusta que sea así. En este caso estoy solo con máquinas repasando mi carrera y canciones.

¿La magia de las canciones permite eso de que cada versión en vivo sea distinta, de poder experimentar no?

Este set permite eso. Aunque también hay mucha improvisación. A veces se piensa que la máquina te controla y no podés jugar mucho, pero yo lo hice todo al revés. Disparo mucho desde los pies con los pedales, por eso toco sentado sino sería más difícil. Y voy tipo pulpo cuando quiero saco una cosa o disparo otra (risas). No tengo nada programado.

¿Es más complicado no distraerse sin el respaldo de una banda detrás?

Estoy muy acostumbrado a trabajar así, incluso con la banda me cuesta más concentrarme. Estando solo, si te equivocas estás solo (risas), por suerte no pasó, pero si hay algún error lo puedo arreglar. Pero es muy espontáneo el Set 1, va surgiendo en el momento, a veces los temas son más largos o más cortos. De repente sacó una canción de la galera que me pintó hacer. Quizá con la banda llevás una prolijidad distinta y estando solo no.

Incluso estando solo podés llenar todos los espacios…

Estando solo el espacio también lo llena la gente. Con mi banda somos 8 en el escenario y parecemos un equipo de fútbol, pero estando solo la gente se siente también protagonista, te quieren acompañar.

Hablando de tu show…sumaste más fechas en estos días…incluso una gira por España.

Se fueron sumando fechas por suerte. Y se seguirán sumando más. En el sentido de la producción el hecho de hacer este show es porque uno comprende la situación económica de todos, no sólo del músico, sino del productor local. Entonces llevar una banda es muy costoso, por eso es que hay lugares que no lamentablemente no podemos ir. Con “Set 1” somos cuatro personas que viajamos, en parte es pensando en la libertad y pensar en el productor para que pueda llevarse su mango. Y también se sumó España por esta razón, todos los shows están producidos por mi productora y sello discográfico independiente “Viento Azul”. Es una rueda porque todo lo que se gana se reinvierte para seguir produciendo.

 

Cambiando de tema… hay algo que me llamó mucho la atención hace años en tu página oficial tenés una sección que se llama “Música sin fines de lucro”, dónde mostras el trabajo de otros músicos…

Lo vengo haciendo desde el 2013. Surgió porque tuve un programa de radio en FM La Tribu durante cinco años y la idea era difundir a nuevos artistas. Y como me empezó a ir bien en mi carrera personal, ya el programa no lo podía hacer, se perdió la magia de estar en el estudio y compartir nueva música. Yo soy un amante de la música, no solamente soy músico. Si no fuera músico estaría ligado a algo de la música, me encanta, me llena el corazón. Y ese espacio es para darle lugar a otros artistas que tal vez les cuesta más mostrarse. Siempre me gustó hacer eso, y lo hago desde el corazón, recibo las canciones, las escucho todas, me lleva tres o cuatro horas hacerlo, aprovecho los domingos cuando estoy en casa con pantuflas. Es un re laburo porque me llegan más de 200 canciones.

Te llevo hacia atrás en el tiempo… ¿cómo te enamorás de la música? ¿qué se escuchaba en tu casa?

En mi casa se escucha mucha música. Mi viejo es músico, director de teatro. Mi vieja es actriz. En el ambiente que vivía era súper natural escuchar música todo el tiempo. Mi viejo es un gran melómano y yo viví la época del cassette. Tenía un montón, y lo bueno es que mis viejos escuchaban muchos géneros, no algo en particular. Desde Spinetta hasta Violeta Parra. Se escuchaba bolero, tango, clásica.

¡Qué recuerdos!

Tengo el recuerdo de abrir la discoteca de mi papá y sacar cassettes. Se los robaba, los que me gustaban me los quedaba (risas). Me acuerdo como renegaba con eso cuando le faltaba algún cassette era impresionante. Además, era la época del walkman, entonces me los llevaba a la escuela.

Y con la lapicera te ahorrabas las pilas para rebobinar…

A parte no cualquier lapicera, la bic, entraba perfecto (risas).

¿Y a tocar cuando comenzaste? ¿Fuiste autodidacta no?

A los 12 años empecé a tocar la guitarra solo. Igual siempre digo que de todas maneras estudiás, tal vez no de la forma convencional académica, pero yo estudié música, porque ya cuando estás escuchando a otros músicos y sacás los acordes estás estudiando. Estudio mucho, al día de hoy, sigo estudiando, comprando libros de músicos, discos, tengo una colección enorme de vinilos, todo eso es estudiar también. Hay un gran error en pensar que estudiar es sólo lo académico.

¿Con el tiempo cambió el pensamiento arcaico de encasillarse en un género musical? Hay muchas formas de hacer música y de fusionarla…

Por suerte sí. Nunca tuve ese pensamiento porque en mi casa todos los artistas eran iguales. Pasábamos de escuchar a Bob Marley a Silvio Rodríguez, no había diferencia, son dos genios. Y a mi me encantó siempre mezclar todos los estilos, los timbres sonoros, me parece algo hermoso, y creo que en mis discos intenté hacerlo. Al día de hoy lo sigo haciendo y me siento muy orgulloso.

Sos coleccionista de discos… ¿te acordás el primer cassette que te compraste?

El primer cassette que me compré yo fue uno de Paul Simon. Me gusta mucho y me acuerdo que era un cassette de grandes éxitos. Después me compré otro de Peter Gabriel que se llama “So”. También de Genesis con Phil Collins, se llamaba “Toque Invisible”, te lo digo en castellano (risas). Y después solo escuchaba mucho Bob Marley, Spinetta, Fito Páez, Charly García, Soda Stéreo.

¿Y en la actualidad que estás escuchando?

Hay muchas bandas nuevas, el vinilo se puso de moda, y casi todos sacamos vinilo ahora. Me pone re feliz porque antes nos costaba conseguir los discos, era más difícil. Y casi todo venía hecho mierda, como que venían de la guerra. Hay una banda nueva que me gusta mucho que se llama “Alt-J”, sacaron un disco y me lo compré en vinilo. Y por mi hija tengo los de Billie Eillish, Damon Albarn también.

¿Qué proyectos se vienen para este 2022?

En diciembre saqué un disco que salió solo en digital, un disco instrumental con Fernando Kabusacki, tremendo violero. Y también saqué un disco en pandemia el año pasado, así que ahora los proyectos son tocar. Hacer estos shows y seguir sumando otros. Mientras tanto voy componiendo y sumando en la mochila, cuando la mochila este llena saldrá otro disco.

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