26 de marzo de 2024
Por Damián Zárate
Amistad empática. Recorrido compartido. Los tres compañeros de aventuras (Campi, Osqui Guzmán y Alejo García Pintos) se conocen de memoria, literal y metafóricamente. Se acompañan y se completan. Alex (Alejo García Pintos) tiene la idea de cambiar sus vidas amorosas y desde ahí empiezan los encuentros con tres mujeres que llegan a sus vidas por una aplicación del celular.
Lizy Tagliani, Inés Palombo, Anita Gutiérrez desnudan en cada una de las citas las torpezas de estos hombres “inexpertos en el amor”.
Uno ciego, otro mudo y otro sordo; buscan un camino alternativo para conectar con el sexo opuesto. La suma de los tres es una entelequia: forman a un cuarto hombre imaginario; con todas las virtudes; y con los defectos y faltantes maquillados.
Tres reuniones por morada. Todos juegan de anfitriones. Ahí una de las grandes fortalezas de la obra. La producción escenográfica es maravillosa. Nos propone hacer turismo por cada uno de esos domicilios. Las transiciones entre casa y casa también son un acierto, a media luz vemos moverse a los protagonistas y sus ocurrencias
La complicidad en el elenco potencian al texto, el trabajo individual amplifica el trabajo colectivo.
Más de una hora y media de risas te asegura esta comedia que se mueve con la precisión de un reloj suizo, cada gag está pensado para cada momento. La platea completa el circulo virtuoso, no para de reír y así los protagonistas siguen haciendo “de las suyas” con la complicidad activa de los concurrentes.
“Los Bonobos” se convirtió en un clásico de la Avenida Corrientes, y como tal, es imperdonable no sacar una entrada para ser un rato feliz con “el acto vivo y libre del teatro”.