Por Damián "Puma" Gaspari

21 de abril de 2021

Foto: PH Maximiliano Conforti

Músico, compositor. Comenzó escuchando melódicos en su casa. Apasionado de la familia, la música, el arte y el cine de Leonardo Favio. Hace más de 25 años recorre los escenarios de Argentina y el mundo junto a Estelares. Entra en La Cueva: Manuel Moretti…

¿Cómo viviste todo el tiempo de pandemia desde lo laboral?

Comienza un segundo año de pandemia. La única ventaja, entre comillas, es que hoy tenemos más informaciones sobre el virus que el año pasado. También es cierto que las cepas son más contagiosas que las que cursábamos el año pasado. Así que bastante incierto, incluso para nuestro trabajo. Los shows presenciales son difíciles. Lo único que nosotros aceptamos son shows al aire libre, de hecho todo lo que hicimos fue así, por ejemplo en octubre en Mandarine Park, en la República de los Niños en el Festival Capital, y luego este año en febrero en Córdoba en el Quality y en el Anfiteatro del Parque Centenario en Buenos Aires. Creo que será así hasta diciembre de éste año.

Lamentablemente no queda otra, incluso ahora hasta con restricción de horario, así que debería ser un mediodía o una tarde de rock…

Es que es así, es la única posibilidad. Nosotros con Estelares tomaríamos algún show de esa manera, al aire libre y en un horario de tarde.

¿Y en lo personal como la venís llevando?

Nuestro trabajo es precisamente estar de gira o haciendo shows de fin de semana. Lo que hizo la pandemia fue devolverme a un hábitat habitual, porque yo soy bastante casero y disfruto mucho de familia. Obviamente ahora fue todo el tiempo. Entonces me empujó un poco más hacia lo que es mi trabajo, que es hacer bocetos, hacer canciones. Es lo que sigo haciendo cuando estoy en casa. Desde ese lugar no fue tan extraño para mi porque no tengo que salir de casa para trabajar, salvo cuando la banda está girando.

¿Compusiste mucho más que antes durante este tiempo?

Es mi oficio. La ventaja que tuve en pandemia es que compuse más de lo habitual. En realidad uno siempre está componiendo pero por ejemplo, cuando vivía solo, componía mucho más que cuando uno tiene vida familiar. Lo que pasó está vez, es que a pesar de que me encanta la vida familiar, al tener más tiempo compuse más. Antes pasaba temporadas sin componer y capaz que tenía dos meses dónde lo hacía más. Ahora el trabajo de composición es más continuo.

¿Y tuviste que reinventarte como artista con los streaming? Muchos artistas se volcaron demasiado a las redes

El streaming no funcionó tanto, salvo raras excepciones. Sí se hizo mucho. Nosotros hicimos un falso vivo para el Quilmes Rock, pero cada uno grabó desde su casa, incluyo participó Leiva desde Madrid. Yo lo hice solo para Cest La Vie, el centro cultural hermoso que tiene la ciudad, dónde incluso viví hace muchos años en esa casa. La verdad más que reinventarse, es sorprendente, porque uno está tocando solo y no tenés la devolución del otro lado. Es muy extraño el silencio, es raro que la comunicación sea por medio de mensajes escritos. Por ejemplo, cuando tocamos en el autocine, dónde el sonido era muy bueno, pero la gente estaba en el auto, entonces el aplauso era con bocinazos (risas). Eso tiene más dinámica que en el streaming que hay silencio total.

Acostumbrado a tantos años de escenario te falta la devolución del otro lado, la música en vivo sin el público no es nada…

Exactamente. Es muy difícil, es extraño. Terminás la canción y hay un aire del otro lado que es la devolución del público. Pero ahora no tenés nada, hay un vacío total. Con la banda es algo diferente porque al menos están ellos al lado, pero solo es muy difícil.

 

Con Estelares llevan 25 años juntos, algo muy raro para una banda hoy en día…

Es verdad, siempre lo hablamos y lo que nos mantiene juntos es que somos respetuosos. A pesar de que todos hemos pasado diferente tipos de tormentas y dificultades personales, en épocas anteriores mucho más. Pero cuando nos juntamos, la alegría de tocar, de hacer demos, nos sigue manteniendo juntos. Y cuando pasa eso ni pensás la cantidad de años que llevamos juntos. Vamos, hacemos canciones nuevas, tocamos y esa frescura es lo que nos lleva a estar más de 25 años juntos.

Hablando de frescura también se nota eso en las canciones, incluso en los primeros discos de Estelares, son canciones que se mantienen vigentes en la gente…

Supongo que lo que pasa con Estelares es que desde el primer disco hasta el último nuestro faro es la canción. Hay mil estilos para hacer canciones pero me parece que tenemos un hilo conductor que nos moviliza y es la melodía. Y en la melodía hay frescura universal, le sumás palabras que te emocionan, y después por suerte a la gente le gusta. Con Estelares somos cancioneros y la melodía es nuestro faro. Eso acompaña a muchas vidas, nunca lo hubiéramos pensado pero las devoluciones son muy amables. Le hemos dado todo a las canciones y nuestro oficio es muy amable con nosotros.

¿Te acordás cómo fue tu primer contacto con la música? ¿Qué se escuchaba en tu casa?

Mi primera relación con las canciones fue en mi casa con los melódicos. Con Nino Bravo, Sandro, Leonardo Favio, Roberto Carlos. Me acuerdo de los discos de pasta. Eso fue a los 11 años, lo que yo llamo música iberoamericana. Los primeros discos de rock me los regaló mi madre, el primero fue un compilado de The Beatles. Y mi padre era viajante, tenía camiones de combustibles y escuchaba mucho tango. Esas son mis vertientes iniciales y mis comienzos con las melodías, pero yo no toqué ni compuse canciones hasta los 19 años. Fue una dinámica muy rara que tuvo que ver con etapas muy salvajes mías, donde tuve la necesidad de buscar un elemento de expresión y ese elemento fue la palabra.

Hablás de cancionero y todos los melódicos fueron nombres muy importantes en la música…

Aún hoy son importantes. Soy muy agradecido con esos compositores, me gustan mucho. Hay canciones de todos ellos, incluso Julio Iglesias, José Luis Perales, Franco Simone, que son excepcionales. Todos ellos vienen un poco de Italia, y mi sangre tira por eso dije alguna vez que terminé siendo un compositor de melodramas italianos.

¿A Leonardo Favio lo tenés como referente?

Tengo muchas cosas de Leonardo Favio en casa, es un artista inmenso. Más allá del cantante popular, el que me parece impresionante es el cineasta. Tiene un lenguaje propio, muy argentino. Hay algo del interior, de La Pampa, del campo, yo que viví hasta mi adolescencia en Junín lo siento mucho. Para mi está entre los diez mejores directores del cine mundial.

¿Qué proyectos hay para este año con Estelares?

Tocar si se puede al aire libre porque necesitamos trabajar todos y lanzar algunos sencillos de las canciones que fui componiendo.

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