16 de agosto de 2022

Músico, cantante, compositor. Histórico del rock argentino. Fue baterista de Riff. Llega a La Plata para presentar su disco “Nuevo Rock” junto a los Humanoides Disidentes en el Teatro René Favaloro. Entra en La Cueva: Michel Peyronel…

Llegas a La Plata para tocar el 20 de agosto en el Teatro René Favaloro pero además presentando tu disco “Nuevo Rock”…

Estoy contentísimo con el nuevo disco. La mayor parte fue grabado en mi casa, lo terminamos en el estudio de un amigo. En la pandemia surgieron modos de hacer las cosas con gente que estaba ahí y uno no se daba cuenta de la calidad que tenían. Yo venía de grabar un disco justo antes de la pandemia en Abbey Road, imagínate si conoceré de grabar en estudios de san puta, y sin embargo en casa logramos un gran sonido junto a mi hijo Jean Jacques. Nos entendemos muy bien con él.

¿Recordás la primera vez que tocaste en La Plata?

El primer show que hicimos con Riff en La Plata fue muy gracioso porque tuvimos de teloneros a una banda que se llamaba “Los Redonditos de Ricota”, no teníamos idea quiénes eran y después les fue un poco bien a ellos (risas). Además habíamos hecho unos carteles con el nombre de Riff en color blanco, rojo y negro, y vino una persona diciéndome que no estaban más los carteles porque se los habían afanado de la hinchada del lobo. Y yo pregunté si había forma de recuperarlos y me dijeron “me parece que no” (risas). Los usaron en la cancha y todo (risas).

Básicamente es un disco de rock pero también jugás con subgéneros como jazz metal por ejemplo…

Hay incursiones en subgéneros. Me gusta pensar que es algo nuevo nuestro, justamente por eso lo de “Nuevo Rock”. Hay una canción que se llama “Portémonos bien mal” que tiene una onda muy jazz. Y de golpe me gustó ir por ese lado del Groove, le transmití eso a la banda. Hay una novedad ahí y un sonido que me encanta.

¿Ese nuevo sonido también tiene que ver con los cambios en la banda?

Tenemos dos nuevos integrantes en la banda que son el Capitán Ded en el bajo y Lucky Luke en batería que pertenecían a la banda de Stuka, pero se fue a Estados Unidos y vinieron a tocar conmigo (risas). Ellos tocan muy bien y le dan mucha frescura al sonido. Yo soy muy exigente y los vuelvo locos porque quiero lograr la excelencia. Esa siempre fue mi forma de ver la música y al rock.

¿Es difícil lograr la excelencia musical?

Yo vengo de la escuela europea, creo que uno tiene que romperse todo para lograr esa excelencia musical. Hay que intentar ser el mejor, y ese espíritu competitivo es el que siempre existió en Inglaterra y Estados Unidos. Son lugares donde el rock prevalece, pero lo que realmente prevalece es querer ser mejor que los otros.

¿Se nota mucho cuando una banda es buena o no?

Primero tienen que tener eso que hay que tener, pero todos los integrantes. Después está romperse todo. Yo al mínimo error vuelvo sobre eso hasta sacarlo perfecto. Y que fluya solo. La mayoría de la gente no entiende cómo funcionan los riffs, que suelen tener cosas que parecen naturales pero no es tan fácil de hacer. Eso es laburo, una palabra que no me gusta mucho (risas). Pero hay que ponerse a ensayar hasta que sea la ostia.

 

Volviendo a la fecha en La Plata… ¿qué show esperamos?

Va a ser un show muy similar al que hicimos en La Trastienda porque yo soy de la idea, como hace cualquier banda grande, que una vez que armaste un show con un fuerte contenido hay que hacerlo en toda la gira. Por ejemplo, vamos a tocar muchos temas del último disco, pero también canciones del disco “A toda mákina” que grabamos en 1984 con Stuka y suena muy bien en vivo. Y también muchos temas de Riff.

¿También estás en la batería durante el show?

La mitad del show estoy en la batería. Pasa que es muy difícil, mientras tocás la batería poder mantener bien el canto. Una cosa le va ganando a la otra, si bien lo hago en muchas canciones, pero siempre va a sufrir algo, o el tocar o el cantar.

Hay que poner el cuerpo…

Es terrible. Lo nuestro requiere un desgaste tremendo. Pero además suena mejor si tenés un baterista con power y velocidad mientras uno canta. Nosotros por suerte lo tenemos.

Hablabas de Riff ¿es difícil encontrar un estilo como tenía la banda? Porque no se define dentro de un género…

Te agradezco lo que decís porque yo siempre lo pensé así. Mucha gente nos decía que no éramos heavy metal aunque teníamos muchos temas metaleros. Y para Hard Rock también éramos muy metaleros (risas). Entonces creo que Riff tenía un poco de todo, incluso algo de punk metal. Pero lo importante era la combinación entre nosotros, entre Pappo, Vitico, Boff Serafine y yo, que logramos un sonido particular. Y me gusta pensar que eso le pasa a las grandes bandas como Led Zeppelin o AC/DC.

También la forma de tocar era muy de Riff…

Nuestra forma de tocar incluso era un poco pop en algunas canciones como “Mal romance”. Encontramos esa forma de la rítmica y quedó un caño en varias canciones.

¿Te gusta lo que está sonando hoy en día con las nuevas generaciones?

El trap no me gusta. Trato de ver algo pero simplemente no me llega, no es lo mío. Tampoco me llega el reggaetón, yo tengo cero de latino. Me gustan diferentes estilos, pero nada de esto de lo nuevo.

Más allá de estos estilos el rock es un clásico y nunca va a pasar de moda…

El rock no va a pasar de moda pero el humano de alguna manera está perdiendo la capacidad de hacer rock por eso lo que lo mantenemos somos los humanoides (risas). Al humano le queda poco tiempo de vida, el hombre tal como es va camino a desaparecer, viene más rápida la evolución generada por el propio hombre que la evolución en sí. Ahora nosotros participamos de la evolución ya no la vemos de lado. Y pasa con todo, incluso con la música.

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