21 de septiembre de 2022
Músico, bajista, cantante. Fue bajista y fundador de Los Piojos. Fundó la banda “La que faltaba” con quién sacó discos y varios sencillos. El 24 de septiembre llega al Teatro René Favaloro para presentar su proyecto solista “Susversiones”, dónde rescata canciones clásicas de Los Piojos. Entra en La Cueva: Miguel Ángel “Micky” Rodríguez…
Volvés a tocar en La Plata después de un tiempo…
Siempre es bueno volver a La Plata. Es un lugar que me encanta y siempre la paso muy bien allá.
¿De que va este nuevo proyecto de “Susversiones”?
Es muy simple, tiene que ver con versiones de canciones de Los Piojos hechas por mi. Desde mi visión, mi lugar. Para mi es un gran desafío hacer las canciones que las canta y hace muy bien Andrés, empezar a tocarlas, a cantarlas encontrando otros condimentos que se acercan un poco a mis intenciones. Es un desafío que me encanta hacer.
¿La pandemia te sirvió para preparar y pensar este show?
Fue grave todo lo que ha pasado, ahora es todo más leve, pero fue un bajón. Y la pandemia me sirvió para revisar toda esa historia y darme cuenta de que estaba muy viva en las canciones, con las conexiones de la gente con Los Piojos a través de sus tatuajes, sus experiencias. Ese tiempo de estar guardado me sirvió para meterme de nuevo en la historia de la banda.
¿Es un desafío volver a tocar y cantar esas canciones que son parte de tu vida?
Sí, claro. Pero por otro lado tengo una ventaja, ya que las canciones son muy actuales todavía, tienen mucha relación con el presente y una carga emotiva muy grande.
¿Tenés una canción favorita de Los Piojos en este repertorio que tocás?
Es muy difícil. Todas son parte de mi vida, les tengo mucho cariño. Me emociona escucharlas, me emociona cantarlas. En este trabajo de empezar a revisar la historia, de escuchar los discos, cada uno tiene su encanto. Incluso descubrí canciones, que en su momento, en la vorágine de tocar, las giras, etc, no les presté tanta atención. Hoy a la distancia, con más calma, toman un valor enorme.
¿Cómo vivís con el tiempo tu participación en una banda como Los Piojos?
Fue un privilegio ser parte de Los Piojos.
Marcaron una época en el rock argentino y eso no es fácil…
Para mi es difícil crear un estilo, me suena demasiado ambicioso. Pero entiendo que los rituales de Los Piojos han marcado varios corazones. Y por supuesto que los nuestros fueron los primeros.
¿Fue duro el final de la banda para vos?
La verdad que no. Fue bastante consensuado, en ese momento fue una decisión clara y establecida. No hubo combate, peleas, no fue un bajón. Pero fueron muchos años y esa fue una de las causas, pasó, había que asumirlo y ya fue.
Te llevo hacia atrás en el tiempo… ¿Recordás tu primer contacto con la música?
Como debe pasar en un montón de hogares la música siempre está. Es una compañía en todos los hogares. El primer recuerdo que tengo es tocar folclore con una guitarra y bailarlo. Mi tío era músico y guitarrista, y de alguna manera, él me introdujo en el rock. Escuchaba mucho y desde su influencia empecé a querer ser lo que soy.
¿Y ese querer ser lo que sos arrancó a los 18 años aproximadamente?
Sí, porque antes hubo un desarrollo juvenil, después de terminar la escuela secundaria empezó la idea de qué estudiar o querer ser, y la música estaba ahí, era parte de nuestra apuesta. A partir de eso, empezamos a trabajar para invertir el tiempo en ese plan, después hay una cuestión mágica que empieza a suceder y no se puede explicar por qué surge el éxito. Uno se instala en el camino, empieza a ensayar cada vez más, a hacer mejores canciones, más producciones, y no todos llegan porque el ángel a veces está y a veces no.
¿Siempre fue la música en tu vida? ¿Hay otra pasión similar?
La música es mi vida. Pero también me gustaba mucho el fútbol, yo jugaba. Pero la música es lo ideal, le ganó a todo.
¿Cómo ves el rock argentino en la actualidad? Cambió mucho?
Hubo muchos cambios, pareciera que pasaron mil años o que el cambio se dio muy rápido en poco tiempo. Sin dudas que ha cambiado la forma de escuchar, de ver, de producir, la comunicación cambió mucho.
¿Te gusta lo que suena hoy en día?
No soy un gran escuchador de música nueva, pero me gusta. Por mis hijas escucho Trueno, Wos. Algunas bandas nuevas. Pero escucho mucho clásico que es el principio del jubilado (risas).
Por suerte los discos están para escucharlos…
Sí, pero también está bueno como a veces llegás a cosas, a través de los algoritmos, que tienen que ver con las plataformas, y en plan de juego descubrís cosas.
¿Qué sueños cumpliste gracias a la música?
Muchos, a veces se presentaron de una manera inesperada, yo no sueño de manera ambiciosa, pero soy un privilegiado y un agradecido a la vida. Conocí a Manu Chao, a Maradona. Me pasaron tantas cosas que me da cagazo pecar de canchero. Toqué en cancha de River, Vélez, Huracán, Boca, viajé a otros lugares. Por eso digo soy un agradecido enorme a toda la historia.
¿Qué proyectos quedan a fin de año?
Seguir tocando estas canciones. Y me quedaron muchas cosas para seguir trabajando porque la obra es inmensa y emotiva, así que seguramente en 2023 sigamos con esto.
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