Por Santiago Patiño

El pasado 9 de diciembre, la cantante sueca y líder del grupo de pop rock “ochentoso” Roxette, Marie Fredriksson, falleció a los 61 años a causa de un tumor cerebral. Este dúo sueco, que es considerado como la banda más importante de ese país junto a ABBA, supo colectar varios hits en aquella época, singles que hasta el día de hoy son recordados a la hora de hacer una fiesta, de recordar a alguien, o de dedicar en forma amorosa a alguna persona.

Pero lo curioso o interesante no es el hecho de conmemorar la masividad y el éxito de este grupo, sino pensar que luego de la muerte de Frediksson las escuchas del dúo sueco en las plataformas digitales (Spotify, Youtube, etc) aumentaron un 770%.

Durante los días 10 y 11 de diciembre, las canciones de Roxette acumularon 4 millones de streams, en combinación entre plataformas de audio y vídeo. Esa cifra logró superar notablemente a los 514.000 de los dos días anteriores.

Por lo tanto, las canciones más escuchadas fueron "It must have been love", con 1,4 millones; "Listen to your heart", con 700.000; y "The look", con 464.000.

Un caso similar ha sido el de Kurt Cobain, cantante y líder de Nirvana, quien luego de fallecer el 5 de abril de 1994, hizo que su banda cobrara más fama y éxito aún. El disco “Nevermind”, días más tarde de la muerte de Cobain, logró 30 millones de copias, y se coronó como el disco más vendido de esta banda.

Ambos casos, aunque en distintas épocas, nos demuestran como el partir de muchos artistas puede terminar de nombrarlos como leyendas o íconos, o más de lo que ya eran.

Si bien hay una diferencia: En este 2019, donde la tecnología abunda y dice presente en cualquier lugar, una persona escucha que falleció una tal Marie Frediksson y desconoce acerca de ella, la buscará en Google o en Spotify para ver qué tipo de música hacía. Allí es cuando las escuchas en Spotify y las visualizaciones en Youtube crecen enormemente.

En la década del 90 no quedaba mayor alternativa que correr a la disquería y comprar el cd del artista que uno quisiese escuchar. Cuando Cobain dijo adiós en 1994, no existía una plataforma de streaming la cual brinde un servicio de música.

Quien conozca a estas dos personas fallecidas no negará que fueron y serán estrellas de la música y que han marcado en la época que transitaron. Quien no las conozca, tal vez no piense así, pero de lo que no caben dudas es que el partir de esta tierra eleva más aún al éxito de ese artista fallecido.

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