Por Fernando "El Dr." Garay

Año 1967. Fue un buen año para el ingeniero civil y constructor platense Aarón Beilinson. Logró construir y vender un par de edificios y su empresa Babic S.A resultó adjudicataria de importantes obras viales. Estaba feliz y quería festejarlo con su familia.

Fue entonces cuando les propuso a su esposa Berta Zbar y a sus hijos Daniel, Guillermo y Eduardo realizar un viaje exótico en barco a Sudáfrica. Como miembro de la alta burguesía platense no iba a escatimar en gastos.

Pero previo al viaje hagamos un flashback…Eduardo, el menor de los hijos, había empezado a mostrar un temprano interés en la guitarra. A los nueve años recibió su primera criolla como regalo y con ella las primeras lecciones con un profesor. Primero fueron las zambas de rigor por las que atraviesa todo novato. Pero luego cuando le enseñaron los mismos acordes que sirven para tocar “La Bamba” y “Twist y gritos” todo cambió. El niño se obsesionó con el instrumento.

En el Liceo Víctor Mercante, y ya con doce años fue el momento de armar la primera banda: "The Longfellows". No llegaron a tocar en vivo pero fue una buena excusa para perfeccionar las destrezas sobre el diapasón. La guitarra era rudimentariamente eléctrica.

Volvemos al viajecito…A los quince años Eduardo armó la valija y puso la viola eléctrica en su estuche. La familia Beilinson partía rumbo al continente africano.

Una vez a bordo se organizó un concurso de destrezas entre los tripulantes. Eduardo tomó parte y se animó a tocar y cantar dos temas. Dos covers, uno de Peter, Paul & Mary y una versión incendiariamente adolescente de "Twist and gritos". Ganó. El premio: un viaje en avión a España.

Aarón y Berta consideraron que por tener solo quince años era muy chico para realizarlo en soledad. Se resolvió entonces que viajara junto a su hermano Guillermo (el del medio). Guillermo estaba cursando la carrera de Antropología en la UNLP y se entusiasmó con la posibilidad de cruzar a Francia para poder asistir a un seminario con uno de los padres de la disciplina: Claude Levi-Strauss.

Año 1968. Francia. "L´imagination au pouvoir" vieron escrito en los grafitis de las paredes y pancartas. Les encantó. Había pasado el mes de Mayo pero las cenizas de la rebelión aún no se habían apagado. Se producen revueltas en Paris. Los estudiantes toman la mítica Sorbona. Se arman barricadas por las calles. El filósofo Jean Paul Sartre tomaba un megáfono y arengaba a la revuelta.

Guillermo y Eduardo alquilaron un pequeño departamento en el barrio Latino y se entusiasmaron con lo que vieron en las calles. Revueltas y represión. Hasta que el palito de abollar las ideas (como diría Mafalda) impactó de lleno en la cabeza de Eduardo. Son detenidos. Encarcelados y finalmente deportados a Londres. No hay mal que por bien no venga.

El hermano mayor, Daniel, ya había hecho una cabecera de playa en esa ciudad. Luego de terminar el secundario en La Plata se mudó a Capital Federal a estudiar arquitectura. Cursó un año y partió a Londres con la idea de estudiar diseño. Con tan buena suerte que desembarcó en el centro artístico del mundo en ese momento. El ojo del huracán. El Swinging London. Un contacto le habló del Arts-Lab y una vez allí le explotó de colores el cerebro. Artistas de todas las nacionalidades y las más variadas disciplinas. Pintores, escultores, actores, mimos, místicos y fanáticos en una nube de marihuana y LSD con la disponibilidad de un tenedor libre.

Daniel Mutó. Se cambió la ropa y se dejó crecer frondosamente el pelo y la barba. Cuando llegaron sus hermanos casi no lo reconocen.

Inmediatamente se dedicaron a curtir toda la movida. Objetivo número uno: ir a la mayor cantidad de recitales posibles. Vieron en vivo a: Free, Family, Soft Machine, Donovan, T.Rex, y uno muy especial para el futuro de Eduardo. Jimi Hendrix en el Royal Albert Hall. Eduardo quedó en shock post-traumático. Cuando estaban pasando cerca del Roundhouse vieron un cartel que anunciaba una nueva banda que recién había sacado su primer disco. Unos tal Pink Floyd. Pero finalmente no entraron, la calle estaba más interesante.

Tampoco dejaron pasar la cartelera del cine. Fueron a ver “Magical Mystery Tour” de los Beatles que ya llevaba un año ininterrumpido en cartel. Daniel les hizo probar el hachís y ahí entendieron a que se referían John y Paul con el Sargento Pimienta. Los temas tuvieron otro sentido. Habían traspasado las puertas de la percepción.

Aarón y Berta se preocuparon. Sus hijos no retornaban. Había que repatriarlos a toda costa. Eduardo negoció con su padre. Volvería a La Plata, sólo si le dejaba comprar una guitarra eléctrica marca Gretsch, un amplificador Marshall (el primero que llegaría a la Argentina), un pedal wah-wah (como el que había visto a Jimi) y un distorsionador.

 

 AMIGOS, FORMEMOS UNA BANDA DE ROCANROL

 

Año 1969. La Plata. Guillermo y Eduardo decidieron que querían formar un grupo. Se contactaron con el tecladista Bernardo Rubaja que tenía un órgano Hammond, el baterista Isa Portugheis y el guitarrista "Topo" D´Aloisio. Estos dos últimos años ya tenían un grupo adolescente formado en las aulas del Colegio Nacional. El grupo fue bautizado como Diplodocum Red & Brown. El extraño nombre tiene su origen en una deformación entre un fósil exhibido en el Museo de Ciencias Naturales (Diplodocus) y los colores rojo y marrón de los instrumentos.

Diplodocum Red and Brown

Comenzaron a frecuentar los escasos y reducidos reductos hippies. En una ocasión se cruzaron con la artista plástica Marta Minujín. Al ver los ojos azules de Eduardo exclamó: - tenés los ojos como un Skay!. La difusora del Pop-Art vio en los ojos azules y en su temperamento tranquilo el apodo que lo acompañaría para toda su vida.

Guillermo también fue renombrado. De ahora en adelante sería "The Boss", por su carisma y porque sería el cantante y frontman de la banda. El repertorio se basaba en covers de Cream (El trío de Eric Clapton, Ginger Baker y Jack Bruce), Jimi Hendrix y algunas composiciones propias. Al ver la destreza del Topo en la viola Skay agarró el bajo eléctrico. Isa y Skay deformaban los ritmos.

Ladrillazo! Según cuenta “The Boss”: “en ese momento mi hermano Daniel volvió de Europa con un cargamento de hachís. Creo que así se inauguró la cultura psicodélica de la ciudad de La Plata y Diplodocum musicalizó ese instante. Para mí y para Skay, además, Diplodocum fue importante porque a través de esa banda dejamos la casa de nuestros padres”.

Inmediatamente se contactaron con la otra tribu de hippies fundacionales de la ciudad. La Cofradía de la Flor Solar. Un grupo de estudiantes de la Facultad de Bellas Artes y los integrantes del grupo Los Grillos oriundos de Nogoyá (Entre Ríos) que habían decidido vivir en forma comunitaria en una casa ubicada en la calle 41 entre 12 y 13. Los nombres de los Cófrades: Morcy Requena, Manija Paz y Kubero Díaz. En un momento Skay junto con Morcy y Kubero dieron existencia a un efímero trío de guitarras como Crosby, Stills and Nash pero no lograron darle continuidad.

Convivieron un tiempo con ellos aunque también formaron otra comunidad. “La casa de la luna” en el antiguo barrio de Tolosa. Una pareja de estudiantes de cine de la facultad de bellas artes había armado una casa moderna con muchos vidrios. El nombre de la casa se debía a que en el lote había álamos plateados.

La "Casa de la Luna" en Tolosa"

Diplodocum tuvo una vida efímera pero llegó a tocar varias veces. En el comedor Universitario, un par en el Teatro Opera en una fecha conjunta con la Cofradía de la Flor Solar (el mito asegura que esa noche Skay conoció a una joven Carmen “Poli” Castro). También tocaron en el festival maratón Beat que se hizo en el club Atenas. Los hippies platenses estaban envidiosos del Woodstock yankee y decidieron armar un festival de mayor duración. 30 horas consecutivas de música en vivo. Tocaron absolutamente todos. Moris, Miguel Abuelo, Vox Dei, Arco Iris, Dulcemembriyo (con un flaquísimo Federico Moura en el bajo), Almendra y Manal. Al ver el equipamiento de los Diplodocum no lo podían creer. Se pellizcaban los ojos. Un Marshall y un Hammond! Unos extasiados Javier Martínez y Luis Alberto Spinetta exclamaron a coro:- “¡no puede ser! ¡Estamos en Londres!”.

Gacetilla Comedor Universitario Diario "El Día

El festival fue increíble. Nunca se paró de tocar! En Woodstock si pararon. Se habla de 5000 asistentes y ningún policía. Una fecha que ha quedado como un mito de nuestra historia rockera.

Concierto Teatro Ópera La Plata

Editaron un solo disco simple en el sello independiente Trova (el mismo que editaba a Vinicius de Moraes). En el lado 1 “Blues del hombre de la cara azul” y “Blind sex” en el lado 2. Los recitales eran un viaje sensorial. Había proyecciones con aceite. Fue el Big Bang de la psicodelia platense!

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